En el Journal of the American Medical Association se ha puesto en discusión la utilidad real de este tipo de intervenciones. Como señalan las conclusiones del estudio, las personas retocadas por la cirugía estética no resultan más atractivas cuando han sido poliretocadas. Sin embargo, no todas las conclusiones son negativas para los pacientes con cirugía plástica. Si bien no podemos alterar nuestra belleza, sí podemos hacer lo propio con nuestra edad, ya que el retoque puede hacernos aparentar hasta 5,1 años menos de los que realmente tenemos. El estudio ha sido llevado a cabo por Joshua Zimm, del Hospital Lennox Hill de Nueva York, aunque los pacientes habían sido operados en una clínica de Toronto, en Canadá, y habían llevado a cabo todo tipo de intervenciones, de lifting facial a lifting de cuello pasando por retoques de cejas. Un libro publicado el pasado verano contribuyó a avivar el fuego de las polémicas, ya que su tesis principal contradecía la que el nuevo estudio defiende: que una operación de cirugía plástica puede significar una importante diferencia, ya no únicamente en nuestra apariencia externa, sino también en nuestro bienestar interior. Como suele ser habitual en estos casos, Mendelson recuerda que la mayor parte de la gente no cuenta a los demás que ha pasado por el quirófano porque el objetivo de este tipo de intervenciones “no es impresionar a los demás, sino impresionarse a uno mismo”. El australiano indicaba que “para mucha gente, es necesario para recuperar su confianza. La clave es la autoestima. Lo están haciendo para sí mismos”. Sin embargo, muchos otros cirujanos manifiestan sus reservas y recuerdan que en muchos casos este tipo de operaciones pueden ser psicológicamente dolorosas, cuando no directamente dañinas. En una encuesta publicada en Estados Unidos, el 90% de personas están satisfechas con el resultado de su operación (lo cual implica, de todas formas, que existe un 10% arrepentido de lo que han hecho). Sin embargo, hay ocasiones en las que pasar por el quirófano es lo peor que puede hacerse. Como explica el cirujano plástico de la Universidad de Alburquerque Patrick Hudson, operarse en un momento en el que estamos superados por el estrés, la tristeza o la frustración es una mala idea, puesto que pensamos que hacerlo resolverá nuestros problemas y no es así. Tampoco recomienda imitar los rasgos de una celebridad (algo más frecuente de lo que pensamos) o intentar complacer a nuestra pareja con este cambio de look. Si quieres saber más consulta con nuestro equipo.
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.