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La importancia del profesional para evitar el exceso de cirugías

La presencia en los medios de comunicación de la historia de Jasmine Tridevil, la joven de 21 años que, tras recorrer 50 consultas de cirugía estética, logró que un cirujano le implantara un tercer pecho, trajo a mi memoria aquello que una vez le oí decir a una famosa actriz española: “Me arrepiento de no haber escuchado a los profesionales que me aconsejaron que dejara de hacerme retoques”.

Y a renglón seguido recordé que el mismo problema, el de los retoques sin fin, es el que alienta la campaña de Alicia Douvall contra los cirujanos que no dicen “no” a ninguna propuesta de cirugía estética. “Yo estaba enferma; adicta a la cirugía, pero ninguno de esos doctores trataron de detenerme. Creo que sólo querían mi dinero”, llegó a declarar Alicia Douvall según las informaciones publicadas en su momento.

Al parecer, la exmodelo británica se sometió a 300-350 intervenciones de cirugía estética persiguiendo el cuerpo perfecto, y lo que consiguió fue, entre otras anomalías, un rostro que no le permite sonreír y ni beber con normalidad.

La nómina de los que se han sometido a un sinfín de intervenciones de cirugía estética para modelar su cuerpo en aras de un ideal estético particular o para acabar pareciéndose a algún famoso (humano, animal o de ficción) es larga. Un ejemplo: Justin Jedlica, quien lleva ya más de 90 operaciones en su empeño por convertirse en la encarnación de Kent (el novio de Barbie, muñecos los dos).

Todo hace pensar que el listado de cirugías estéticas de Jasmine Tridevil no ha hecho más que empezar. Al fin y al cabo, como ella misma ha declarado, lo que pretende realmente es convertirse en una estrella de la tele; el tercer pecho no es más que una originalidad que, muy probablemente, acabará revelándose insuficiente.

¿Dónde está el límite de las cirugías estéticas que una persona puede hacerse? ¿Quién debe marcar ese límite? El límite está, qué duda cabe, en el posible quebranto de la salud, tanto física como psicológica. Y ese límite debe marcarlo el sentido común pero sobre todo el cirujano plástico: de ahí la importancia de acudir siempre a profesionales de reconocido prestigio en cuyas recomendaciones confiemos plenamente y cuyos consejos estemos dispuestos a seguir incluso si van en contra de nuestras intenciones primeras.

 

Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, o llama al 915 54 09 24.

 

 

Firma del Doctor Fernández Blanco - Blog

Dr. Alfredo Fernández Blanco

El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.

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