A todos nos gusta parecer jóvenes y descansados, algo difícil de aparentar cuando los párpados superiores empiezan a descolgarse y los inferiores a hincharse. ¿Qué hacer para recuperar la frescura de nuestro rostro? Acudir al cirujano plástico parece una opción bastante plausible.
Y ello porque la caída de los párpados superiores y las bolsas de los inferiores son susceptibles de ser eliminadas mediante una técnica de cirugía estética: la blefaroplastia cosmética, cuyo fin no es otro que eliminar el exceso de piel y tejido subyacente de los párpados superiores y/o inferiores para aligerarlos y darles un aspecto más juvenil y descansado.
Aunque, en principio, la blefaroplastia cosmética no es una técnica excesivamente complicada y sus resultados suelen ser excelentes, no es inusual que se precise una blefaroplastia secundaria para obtener el resultado deseado. Con frecuencia, la primera blefaroplastia peca de exceso o defecto en el retoque realizado.
Dicen los expertos que en la blefaroplastia del párpado superior existe una tendencia a extirpar mayor cantidad de piel de la necesaria. Lo cual puede deberse a un exceso de celo del cirujano, consciente de que si se queda corto en el cortar es más que probable que el paciente no se vea bien y proteste. Pero pasarse en la cantidad de piel extirpada puede traer peores consecuencias (por ejemplo, una imposibilidad para cerrar el ojo que acabe provocando una queratopatía por exposición) que un paciente descontento al que una blefaroplastia secundaria sencilla puede dejar plenamente satisfecho.
Por otra parte, la extirpación insuficiente de piel puede ser el resultado de un exceso de prudencia por parte del cirujano plástico. Si esto ocurre, una vez constatada la persistencia de piel redundante y descartada una ptosis o caída de la ceja, se deberá esperar aproximadamente 3 meses, hasta la curación de la herida, para proceder a la extirpación del exceso de tejido en una blefaroplastia secundaria.
Los párpados cumplen una función estética indiscutible, pero en ningún momento hay que olvidar que su función principal es la protección de los ojos, y que una de sus misiones fundamentales es mantener húmedos los globos oculares, especialmente las córneas, para lo cual es imprescindible el parpadeo frecuente y el cierre completo de los ojos, por ejemplo, durante el sueño.
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Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.
