En 2010, a raíz de las complicaciones sufridas, tras las inyecciones de biopolímeros que les habían administrado para aumentar el volumen de algunas partes de sus cuerpos, un grupo de afectadas venezolanas puso en marcha la campaña de concienciación contra el uso de dichas inyecciones ”No a los biopolímeros”. A esta campaña se unieron posteriormente prestigiosos médicos venezolanos y en diciembre de 2011 entre todos consiguieron que las autoridades competentes prohibieran las polémicas inyecciones de biopolímeros. Entre las víctimas de las sustancias denunciadas se encontraban muchas mujeres de pocos recursos que habían recurrido a este método de relleno para ahorrar dinero, pero también famosas adineradas que habían caído en la trampa tendida por quienes les aseguraron que las inyecciones de biopolímeros daban excelentes y rápidos resultados. El mensaje “No a los biopolímeros” que fue cobrando fuerza con el tiempo, se hizo oír con mayor potencia en 2012 cuando la periodista venezolana Tayle Castellanos habló ante las cámaras de televisión de su propia experiencia con las inyecciones de biopolímeros para corregir áreas de flacidez en sus glúteos:
“Busqué en Internet y aparecían maravillas, conocí a 5 personas que me lo recomendaron y me lo vendieron como un producto inocuo”.
Pero la realidad fue que la sustancia inyectada migró a la espalda y a los talones.
“A los tres meses de la inyección me comenzó un dolor de espalda que me imposibilitaba caminar”, señaló la joven que contaba entonces 29 años.
Fue precisamente en ese año 2012 cuando se realizaron las primeras intervenciones de cirugía estética secundaria para extraer biopolímeros. Un año más tarde, en 2013, la asociación de víctimas de los biopolímeros se constituyó como fundación sin ánimo de lucro. Desde entonces, dada la difícil situación económica de muchas de las afectadas por las inyecciones de biopolímeros, la Fundación “No a los biopolímeros”, que cuenta con más de 3.500 mujeres afectadas, financia muchas de las intervenciones de extracción de biopolímeros. Se encarga además de realizar foros informativos de prevención, de dar asistencia legal a las afectadas y de poner en conocimiento de las víctimas las exitosas técnicas de extracción de biopolímeros así como la necesidad de que estas extracciones de biopolímeros sean realizadas por auténticos profesionales. Aunque las denuncias parecen haber calado en la opinión pública, las falsedades sobre los biopolímeros siguen circulando, por lo que continúa siendo necesario trabajar para erradicar las malas prácticas. Por eso, la campaña “No a los biopolímeros” permanece activa. Podéis poneros en contacto con ellos a través de su blog en www.noalosbiopolimeros.blogspot.com Aunque Clínicas Fernández Blanco no forme parte de esta asociación, creemos que es una gran iniciativa para ayudar a las personas afectadas en lo que nosotros también consideramos un error: las inyecciones de biopolímeros. Si quieres obtener más información sobre esta cirugía de extracción en la zona de labios, te interesa nuestra página sobre queiloplastia. El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.Dr. Alfredo Fernández Blanco