Corría el año 2003 y algún medio de comunicación se hacía eco de una “moda” en cirugía estética que se estaba imponiendo en EEUU y Reino Unido y que, vaticinaban, no tardaría en llegar a España: la “cirugía íntima“, es decir, la que permite modificar las partes del aparato genital que no gustan o aquella cuyo objetivo es devolver la elasticidad y simetría a los genitales femeninos externos, mejorando notablemente su estética.
Las razones para someterse a una operación de cirugía íntima son muchas. Las mujeres jóvenes pueden quejarse de que la morfología de su aparato genital les impide usar ropa ajustada, o ponerse bikini, o que les dificulta las relaciones sexuales. Las mujeres que han dado a luz se quejan del cambio experimentado por su vagina, que se ha ensanchado y quizá desplazado. Las mujeres mayores constatan que, igual que ocurre con el resto de su cuerpo, los órganos genitales envejecen, el pubis aumenta de tamaño, los labios mayores pierden tensión y volumen, los labios menores crecen…
Pues bien, todo ello tiene arreglo mediante una intervención de cirugía íntima. De momento, vamos a hablar de dos: la labioplastia y la clitoplastia, dejamos para otro post la liposucción de pubis y el estrechamiento vaginal.
La labioplastia es la reducción de los labios menores y/o mayores que a veces por razones congénitas (de nacimiento) y otras por problemas de otra índole han crecido en exceso (están hipertrofiados), se han ‘caído’ o son asimétricos. Esas alteraciones generan molestias, pero también hacen que la persona sea más vulnerable a las infecciones.
El caso que con más frecuencia abordamos en la práctica clínica es el de la hipertrofia de labios menores, que resulta en un aspecto poco atractivo pero puede, además, causar molestias durante el coito. Nuestra misión en este caso es devolverles el tamaño anterior.
La clitoplastia es conveniente cuando la paciente sufre una hipertrofia del clítoris que se traduce en malestar. Esta hipertrofia es normalmente consecuencia de un desequilibrio hormonal entre estrógenos y testosterona, y puede llevar asociada un aumento de vello. La experiencia nos demuestra que es frecuente en transexuales que se han sometido a una intervención de cambio de sexo de mujer a hombre, y también en personas que han consumido anabolizantes. Nuestra intervención consiste en realizar un pequeño corte alrededor de la corona y esconderlo, plegándolo como un telescopio.
La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética asegura que la cirugía íntima está cada vez más consolidada. A lo que añadimos que no es de extrañar, si tenemos en cuenta que lejos de ser un capricho, soluciona problemas sin duda serios que pueden acomplejar a las mujeres y dificultar su vida en pareja.
Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.