En ocasiones, los efectos indeseados de una intervención de cirugía estética se perciben de manera inmediata. Pero, otras veces, es necesario que la cirugía se asiente, o que los tejidos afectados completen su readaptación para descartar definitivamente cualquier complicación.
Es lo que ocurre con la llamada contractura capsular, sin duda, la complicación más frecuente tras las intervenciones de implantes mamarios.
¿Qué es la contractura capsular? Permitidnos que empecemos diciendo lo que no es: la contractura capsular no es un rechazo a la prótesis mamaria, sino una reacción anómala alrededor del implante mamario.
¿Alrededor del implante mamario? Sí. Cuando ponemos un implante, el organismo genera en torno a él una cápsula cicatrizal que llega a envolver la prótesis. Lo que ocurre en este caso es que la cápsula formada es mucho más gruesa de lo normal, siendo lo normal un milímetro o menos de espesor.
Es decir: por razones inherentes a la paciente, la reacción cicatrizal es muy enérgica, la cápsula se contrae y adquiere un espesor de varios milímetros, y el implante se deforma y pierde su tacto natural. Es un proceso que no se percibe en las horas, ni siquiera en los días posteriores a la intervención quirúrgica, sino se prolonga a lo largo de varias semanas. Poco a poco, el pecho afectado se endurece (es raro que se produzca en ambas mamas a la vez), se eleva (de frente se puede ver cómo queda tres o cuatro centímetros más alto que el otro; de perfil, sobresale sobre el pecho sano), y adquiere un aspecto poco natural. En los casos más severos, la contractura es dolorosa.
A veces, el cirujano puede resolver el problema sin recurrir a una nueva intervención, mediante la simple manipulación. Pero casi siempre se hace necesario proceder a una cirugía secundaria. La corrección se puede realizar mediante dos técnicas, una buena y otra mala.
Empecemos mencionando la mala, a pesar de que está prácticamente desterrada porque aumenta el número de recidivas. Se llama capsulotomía, y consiste en romper la cápsula con el bisturí y ampliar el bolsillo.
La buena es la capsulectomía, en la que se diseca la cápsula y se separa del tejido mamario, permitiendo su extracción. Y si es la que más se utiliza es porque el pecho queda sin huellas de la complicación.
Una cosa más: está comprobado que los implantes situados detrás del músculo pectoral mayor tienen menor número de contracturas capsulares.
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Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.