Juan Manuel de Prada, escritor de peso, nos regaló hace unos días un artículo titulado Apología del gordo en el que atribuía a la gordura valores morales:
“Es una evidencia que todos los mandamases de la Unión Europea, esos tiranos disfrazados de eficientes burócratas, son flacos como anchoas; y también que los escritores más revirados y consumidos por los celos se preocupan mucho de mantener la línea. A los gordos, en cambio, nos asiste la virtud de la apacibilidad; y tenemos un aplomo, una forma de llenar el traje y de repantigarnos en el sofá que transmite confianza, empaque, sosiego y majestuosidad.”
También glosaba De Prada las ventajas amatorias de la obesidad:
“Está demostrado que los hombres gordos somos los amantes más abnegados, pues nuestro abrazo siempre resulta más tierno y arrebatado”
Y al cabo, concluía:
“Yo doy todos los días gracias a Dios por hacerme y mantenerme gordo y por permitirme disfrutar de delicias que están vedadas a los flacos”.
Como leen, al menos en este texto, Juan Manuel de Prada obvia todos los inconvenientes que el exceso de peso presenta, como si los kilos de más fueran una inagotable fuente de placeres sin ninguna contrapartida, sin ningún lado malo. Algo que rebate hasta la Organización Mundial de la Salud.
Podemos coincidir con él en que cada uno es muy libre de sentirse a gusto con su peso, e incluso admitir que en nuestros días se da una obsesión por la delgadez que en ocasiones tiene algo de enfermizo.
Pero quienes diariamente atendemos a personas con más peso del adecuado y deseado somos plenamente conscientes de los problemas físicos y psíquicos que eso provoca. Y nos preguntamos qué hay de malo en ayudar a nuestros pacientes a superar esa situación.
Desde luego, la liposucción no es un método de adelgazamiento y su objetivo no es controlar el peso pero puede ser de gran ayuda para combatir el exceso de volumen.
La liposucción sirve para eliminar la grasa, garantiza la supresión radical y definitiva de los acúmulos grasos localizados que no desaparecen de otra manera, ni siguiendo una dieta alimenticia ni haciendo ejercicio. Puede realizarse en flancos, caderas, abdomen, muslos, rodillas, pantorrillas, tobillos, brazos y espalda, incluso en cara y cuello.
La experiencia nos dice que quienes recurren a la liposucción no lo hacen por mero capricho, sino porque saben que su bienestar depende de ello. Porque lo que para De Prada es”un acto de distinción y aristocracia”, para otros puede ser una fuente de insatisfacción.
Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.