La secuencia es parecida, la hemos visto/vivido muchas veces: Una famosa aparece en una alfombra roja y posa ante los fotógrafos con un aspecto cambiado, muy cambiado, tanto que en ocasiones sólo la reconocemos porque nos dicen quién es. E inmediatamente, las redes entran en ebullición: hay quien simplemente lo comenta, quien lo defiende, quien lo condena. Pero todos parecen tener algo que decir.
Por citar sólo dos casos recientes, fue lo que ocurrió cuando Uma Thurman compareció ante la prensa luciendo un look muy cambiado. “La última ‘celebrity’ , por ahora, en experimentar un gran cambio en su rostro ha sido Uma Thurman ―pudimos leer―. La actriz sorprendió a todos con su nuevo aspecto durante un estreno.”
¿Cirugía estética ambiciosa? ¿Simplemente bótox? La propia Thurman lo aclaró cinco días después, cuando entre sorprendida y divertida por el revuelo causado acudió a un programa televisivo en el que comentó: “Creo que a nadie le ha gustado mi maquillaje”.
Algo similar sucedió a raíz de la renovación estética de Renée Zellweger, que los comentaristas de medio mundo atribuyeron al bisturí y que ella achacó no tanto a un profundo retoque de cirugía estética como a la adquisición de unos hábitos más sanos y a un cambio de alimentación.
“¡Estoy contenta de que la gente me vea diferente! Estoy viviendo una vida feliz y diferente, más plena, y estoy encantada de que se note”, declaró la actriz, mientras algunos de sus fans se lamentaban: ¡Ésta no es mi Renée, que me la han cambiado!
Cuatro meses después, Zellweger volvió a mostrarse en público y ahora sí que se parecía a quien fue. ¿Que sucedió en el ínterin? Fácil: la cirugía estética a la que se había sometido se había asentado.
Y aquí es adónde queríamos llegar. Es importante recalcar que, tras una intervención quirúrgica, el paciente necesita tiempo. Tiempo para que el proceso se complete. Hay personas que por ansiedad o necesidad dan la cara antes de que eso ocurra, provocando reacciones que serían más mitigadas si comparecieran una vez transcurrido un tiempo prudencial.
No hace falta dar nombres, todos tenemos en mente los casos de famosas y famosos que se dan mucha prisa por enseñar los resultados de su última intervención de cirugía estética, y que al cabo de unas semanas, de unos meses, muestran una apariencia bastante diferente. Y es normal que así sea.
En definitiva, tras una intervención quirúrgica hay que dar tiempo al tiempo. Palabra de médico.
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Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.
