Empecemos con los datos: una de cada 20 españolas que recurren a la cirugía plástica lo hacen para someterse a una reducción de mamas.
La mamoplastia de reducción es la octava intervención estética más demanda por las mujeres en nuestro país, con un 4,8% del total, casi al mismo nivel que la rinoplastia (5,7%) y por encima de una intervención tan popular como el lifting facial (3%).
La fuente de esta información es la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), que ha hecho público un estudio según el cual la causa de la mayoría de las intervenciones de reducción de mamas en España, más que la influencia de algunas celebridades o de las tendencias de moda, es… el dolor de espalda postural.
“Frente a la creencia habitual de que el dolor de espalda de las mujeres con el pecho grande se debe al peso de éste, el motivo principal hay que buscarlo en las medidas posturales que adoptan para disimularlo, unas medidas de encorvamiento que son las que generan las molestias, sobre todo en las zonas cervical y dorsal alta ―asegura el doctor César Casado, secretario general de la SECPRE―. Si fuera por el peso, los hombres con una masa muscular elevada en los pectorales padecerían el mismo dolor”.
El dolor de espalda es la razón principal pero, obviamente, no la única. Los analistas de la SECPRE mencionan también la aparición de eccemas o de intértrigo (dermatosis en los pliegues de la piel) en los surcos submamarios, la presión insoportable del sujetador y las marcas que dejan los tirantes en los hombros o las dificultades que un pecho de cierto tamaño entraña para la práctica deportiva.
Evidentemente, la mamoplastia de reducción es una intervención frecuente en nuestra clínica. Consiste, obviamente, en disminuir el volumen del pecho pero exige además una remodelación de la forma de la mama y la elevación del complejo areola-pezón.
Quienes nos visitan interesándose por la posibilidad de someterse a una reducción mamaria lo hacen sabiendo que actuaremos siempre conforme a estrictos criterios sanitarios. Una mamoplastia de reducción supone que nosotros, los especialistas, satisfagamos los deseos de la paciente sin orillar las exigencias médicas. Así, lo más importante es determinar cuánto volumen mamario y piel deberá ser resecado, y para ello las medidas previas y la marcación preoperatoria son determinantes, y definen el resultado de la cirugía. Debido a esa doble necesidad de resecar piel y glándula mamaria, esta intervención deja unas cicatrices que, eso sí, serán poco perceptibles.
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.