Como no puede ser de otro modo, quienes a la clínica se acercan lo hacen llenos de esperanzas… y de dudas.
Las más de esas dudas atañen a las posibilidades de la intervención quirúrgica a la que van a someterse:
¿Puedo elegir el tipo de nariz que veo en una foto?, nos preguntan antes de una rinoplastia, la intervención quirúrgica de la nariz.
¿Podré ponerme gafas tras la intervención?, quieren saber los que piensan en una otoplastia, la cirugía estética de las orejas.
Si me someto a una blefaroplastia, ¿se me quitarán las patas de gallo?
¿Hay riesgo de rechazo de la prótesis?, indagan los que ansían un aumento de gemelos.
Y así hasta el infinito. Nada que objetar: entrar en quirófano, por sencilla que sea la operación, es un asunto serio y como tal hay que tomárselo.
En los días que corren, o por ser más precisos, desde que el buen tiempo hace acto de presencia, los pacientes incorporan al arsenal de dudas habituales una que tiene que ver con las actividades al aire libre y las vacaciones en la playa o la montaña propias de esta época: Cuando me haya operado, ¿podré tomar el sol?
Nuestra primera respuesta es una que vale tanto para nuestros pacientes como para el resto del mundo: el sol hay que tomarlo con precaución, es decir, evitando hacerlo en las horas centrales de la jornada (de 12.00 a 16.00), y con protección (es decir, utilizando filtros solares).
Pero si nos centramos en aquellas personas que acaban de ser intervenidas, nuestras indicaciones dependen. Dependen del tratamiento concreto, porque cada operación tiene un posoperatorio peculiar (con, por ejemplo, periodos de reposo total o parcial diferentes) y limitaciones propias (en determinados casos es necesario utilizar vendas o prendas compresivas, algunas intervenciones exigen una convalecencia, por lo que hay que prever una baja laboral de aproximadamente de 8 a 10 días).
Y sí, hay normas básicas que todos deben observar: un periodo de al menos dos semanas durante el cual es mejor no tentar a la suerte, un periodo más amplio durante el cual aunque el paciente esté al sol sus cicatrices deberán permanecer protegidas… Quizá la primera, pura prudencia: tener en cuenta el calendario, tanto el propio y como el de las estaciones meteorológicas, para que nada tuerza el resultado de una intervención.
Lo dicho: consulta a tu médico. Él mejor que nadie sabe qué te conviene.
Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.