La singular terapia “antigravedad” dura 60 minutos y garantiza una apariencia apta para la alfombra roja se recomienda un mínimo de cinco sesiones.
“Todos estos tratamientos se realizan con productos y herramientas que no son invasivas”, se aclara en la mayoría de los centros de belleza de Beverly Hills, donde no se aplican inyecciones de botox.
En un gran número de spa, los tratamientos estéticos no son invasivos ni siquiera para el presupuesto de las estrellas. Los tratamientos para el rostro con productos en base a la proteína del caviar y otros “poderosos antioxidantes” son los favoritos para las nominadas a este galardón.
Otro lugar al que son asiduos famosos como Charlize Theron, Katy Perry, Mark Ruffalo y Mark Wahlberg es Ole Henriksen Spa, un local discreto enclavado en pleno Sunset Boulevard, y que desde su fundación en 1975 trabaja con productos y técnicas propias que cautivaron como su primera clienta a Barbra Streisand.
Como todo lugar comercial en Los Angeles, el Spa del danés Ole Henriksen tiene su leyenda no confirmada: que fue su fundador el artífice del ‘milagro’ facial que vivió el astro boricua Ricky Martin, afectado de acné en su juventud.
En este sitio donde sus camillas han propiciado el hedonismo de grandes figuras del celuloide, este año se está ofreciendo el “Ole Henriksen’s Ultimate Total Body Hydradermabrasion Resurfacing. “Los resultados son inmediatos con un sistema hidrofacial que reduce las líneas de expresión finas y las arrugas, saca los puntos negros superficiales e hidrata todo el cuerpo de manera profunda”, detalló Kohrherr.
Si al ciudadano común le cuesta creer que en un mundo convulso un grupo de actores y actrices puedan pagar sumas tan altas para lucir bien una tarde, más increíble es confirmar que en muchos casos los ‘ricos’ no pagan. Les pagan a ellos por llevar una prenda y todos salen ganando: peluqueros, maquilladores, cosmetólogos.
“Es una gran estrategia de marketing, sin duda, pero también creo que el público exagera mucho al imaginarse cómo se cuidan las celebridades”, dijo Jomari Goyso, peluquero y maquillador de Penélope Cruz, Salma Hayek y las chicas del grupo Pussycat Doll.
Este joven de 29 años, oriundo de Igea, un pueblo de 600 habitantes en La Rioja, España, empezó a los 15 años trabajando en Madrid con la cantante Alaska. Desde hace ocho años trabaja en Hollywood con un éxito entre famosas ganado gracias a su talento con las tijeras y también su discreción.
“La gente se olvida que todas estas estrellas se arreglan mucho, sí, pero un día, unas horas y porque van a un show, un show (tras) el cual hay mucha gente y muchas formas de negocio”, explicó Goyso que, como todo peluquero, maquillador o “spa estético” cuenta con su relacionista público y manager encargado de cerrar oportunidades de trabajo con famosas del cine o la música.
“Aquí lo bueno es que a uno lo tratan como un rey: como te quiera una artista para un evento afuera, pues te pagan boleto, hoteles increíbles, coche. Es maravilloso”, reconoce el estilista dando muestras de su mayor talento y sin soltar prenda de ninguno de los requirimientos especiales de sus clientas.
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.