Hubo un tiempo en el que la expresión Self-Made Man estaba exclusivamente ligada a aquellos varones que a base de esfuerzo y talento habían logrado triunfar en la vida partiendo de posiciones muy poco ventajosas. El olimpo de la empresa está lleno de estos súper héroes de la voluntad que han logrado subir por la escalera social y abrirse hueco en un lugar de privilegio que parecía reservado a unos pocos. Pero, de un tiempo a esta parte la expresión parece reservada para aquellos que, descontentos con su físico, deciden mejorarlo recurriendo a la cirugía estética. Y en algunos casos, los dos tipos de hombres hechos a sí mismos, los que triunfan y los que se construyen, coinciden en una sola persona. En la de Cristiano Ronaldo, por ejemplo. Podemos hablar del Cristiano futbolista, goleador, ganador y millonario. Del chico de Madeira que, como otros chavales humildes, nacieron dotados de un talento excepcional para el deporte y han sabido aprovecharlo. Y podemos hablar también del adolescente castigado por el acné, de dientes apenas alineados y cuerpo atlético, sí, pero aún no esculpido. Han pasado los años, y Cristiano, al que algunos comparan con Narciso, ha cimentado su fama mejorando sus cualidades futbolísticas y modelando su figura en el gimnasio, la consulta y el quirófano: No alcanzo a saber exactamente qué se ha hecho, pero desde luego no parece el mismo. No se parece a sí mismo, e incluso los culés recalcitrantes admitirán que está mucho mejor ahora que antes. El de Cristiano es un caso notorio, pero no único. Como él, otros muchos hombres han dado el paso. Hombres que saben que la medicina y la cirugía estéticas pueden ser sus mejores aliadas, y que procedimientos que en ocasiones creemos reservados para ellas (liftings, liposucciones, mesoterapias…) pueden ser igualmente positivos para ellos, por no hablar de aquellas intervenciones ideadas para solucionar problemas propios: por ejemplo, acabar con la ginecomastia, que es la presencia en los varones de una antiestética mama con aspecto femenino, abultada; por ejemplo, aumentar mediante la implantación de una prótesis el tamaño del pectoral; por ejemplo, la marcación de abdominales con Tecnología de ultrasonidos Vaser Lipo. Vaya, que no hay que ser CR7 para aproximarse al hombre 10. Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga). El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.Cirugía estética en hombres
Dr. Alfredo Fernández Blanco