Aumento de senos: mucho más que una cuestión estética

Para muchas mujeres, el tamaño de sus senos es más que una cuestión de imagen, es un tema que acaba creando inseguridades e incluso problemas de carácter psicológico. Afortunadamente, los avances médicos han conseguido que hoy en día las operaciones de aumento de senos sean muy seguras y den excelentes resultados.

Operaciones que solicitan incluso mujeres muy jóvenes, acomplejadas por su pecho. Pero también otras que han pasado por la maternidad y han visto, como su busto dejó de ser el que era. La cirugía permite hoy en día resolver este problema de una manera rápida y con resultados sorprendentes.

Lo más interesante es que se han desarrollado diferentes técnicas. Para quien no desee someterse a un implante hay una solución perfecta: la lipoestructura. Una técnica que usa la grasa corporal como relleno.

Aumento de senos con grasa propia

Se trata de un procedimiento que a veces puede ser más lento, pero de resultados espectaculares. En él se utiliza la grasa del paciente para dar volumen y modelar el pecho, con una ventaja importante: no hay posibilidad de rechazo o incompatibilidad.

Es una técnica que se está extendiendo rápidamente, pero que necesita una alta especialización. La razón es que si no se realiza de la manera adecuada, se corre el riesgo de que la grasa sea reabsorbida con el paso del tiempo. Bien ejecutada, sin embargo, los resultados de la lipoestructura son duraderos y, lo que es igual de importante, muy naturales.

Para ejecutar esta técnica se toma la grasa de zonas como el abdomen, la parte interna de los muslos o incluso la papada, dependerá de la cantidad que se precise. Con instrumental adecuado se aspira el tejido graso, que luego es sometido a un proceso para extraer la grasa pura, que es la que se injertará posteriormente en el pecho en forma de pequeños implantes.

Respecto al posoperatorio:

• Rápido
• No excesivamente doloroso

Aumento de senos con resultados en otras partes del cuerpo

La lipoescultura tiene ventajas que la hacen especialmente atractiva. Por un lado, no solo se consigue una mejora estética de los senos, sino que al extraer grasa de otras zonas del cuerpo, estas también mejoran su apariencia. Pero, además, no deja cicatrices, ya que la grasa se infiltra, y los resultados al tacto son completamente naturales.

Un aumento de senos con grasa propia es perfecto para quienes rechazan las prótesis o para quienes no quiere aumentar mucho de talla. También lo es para corregir pequeñas asimetrías o para rellenar la mama después de haberse retirado unos implantes.