Lifting facial con hilos tensores: rejuvenecer sin intervención quirúrgica

El deseo de restarle algunos años a la apariencia del rostro es muy común cuando se llega a una cierta edad. Pero el miedo a los quirófanos y a intervenciones también lo es. Para quienes no desean someterse a operaciones complejas e invasivas, para aquellos que solo busquen devolver a su rostro algo de tersura o para quienes deseen eliminar los primeros signos de envejecimiento hay técnicas muy eficaces, y una de ellas es el lifting con hilos tensores.

No es un procedimiento novedoso, pero sí lo es desde el descubrimiento de nuevos materiales, que lo han convertido en una verdadera revolución en lo que a tratamientos faciales se refiere. Es así porque permite que el rostro recupere un aspecto más joven, eliminado esa flacidez que indica el paso del tiempo y sin prácticamente contraindicaciones o efectos secundarios.

Lifting con resultados

Los hilos tensores están realizados con materiales biocompatibles, por lo que la aparición de problemas o alergias es prácticamente nula. Y una de sus grandes ventajas es que no solo devuelven tersura al rostro, sino que contribuyen a la producción de colágeno, esencial para que la piel se mantenga joven.

El procedimiento no tiene grandes complicaciones, es un procedimiento rápido que se puede hacer con anestesia local. Además, se puede realizar solo en una parte muy determinada de la cara o aplicarse en más de una para conseguir un aspecto mucho más joven. Se pueden aplicar para:

• Eliminar pequeñas arrugas
• Para mejorar el aspecto de zonas tan delicadas como el cuello.

La técnica consiste en introducir los hilos, que pueden ser de diferente grosor, en la dermis mediante una aguja guía, creando una especie de red que tensa la piel.

Ventajas de un lifting con hilos tensores

Evidentemente, el gran beneficio es la mejora de la apariencia del rostro, más fresco y joven. Pero, además, los hilos tensores favorecen la producción de elastina y de colágeno, por lo que los resultados no solo serán más duraderos, sino que pasado un tiempo el efecto será aún mejor que recién intervenido, a pesar de que los resultados del tratamiento se observan desde el primer momento.

Además, es la solución ideal para quienes tienen miedo de someterse a una intervención quirúrgica compleja. Y otro aspecto destacado es que no hay prácticamente postoperatorio, la intervención no es en absoluto invasiva y el paciente puede recuperar su vida normal casi desde que sale de la clínica.

Cierto es que no se trata de un tratamiento definitivo, pero apoyado con otro tipo de tratamientos estéticos sus resultados pueden ser muy duraderos, siempre y cuando, por supuesto, lo realice un verdadero especialista en lifting.