Ventajas del aumento de pecho con prótesis detrás del músculo

Hablando técnicamente, los senos femeninos constituyen acumulaciones de glándulas productoras de leche, rodeadas por una suave capa protectora de grasa y piel, con la función principal de proveer alimento a eventuales bebés. Además de ello, en su aspecto estético pueden suponer un punto de autoestima clave para todas las mujeres. Por eso, desde el punto de vista psicológico, someterse a un aumento de pecho puede tener un significativo impacto positivo.

En la sociedad actual, las mamas están estrechamente ligadas al ideal de la belleza femenina. De modo que, ya sea por accidente, defecto congénito o enfermedad, si no poseen la forma o el tamaño adecuados, se convierten en un doloroso golpe a la autoestima de muchas mujeres.

¿Qué es una mamoplastia?

Es la denominación que recibe el procedimiento quirúrgico destinado a aumentar y modificar el contorno de los pechos con el uso de implantes. Estos se fabrican con distintos materiales y durante la operación pueden ser colocados en áreas diferentes.

Según el elemento de relleno utilizado, hay prótesis de:

1. Solución fisiológica: tienden a ser muy suaves y con un tacto natural. En caso de ruptura el cuerpo es capaz de absorber el líquido. Pero son delicadas y proclives a irse desinflando. Además, pueden adquirir pliegues apreciables a simple vista.
2. Gel de silicona: resistentes y firmes, sin incómodos desplazamientos, pero suelen ser más propensas a que se formen endurecimientos por el rechazo del organismo. Este, al defenderse de un objeto extraño, lo rodea con una capsula fibrosa que puede crecer demasiado, alterando el resultado buscado y obligando en ocasiones a su retirada. Afortunadamente, la ciencia médica moderna ha encontrado soluciones al problema del encapsulamiento.

¿Dónde colocar los implantes?                    

Siempre en la zona posterior de las glándulas mamarias, pero ¿delante o detrás del músculo pectoral? En el segundo caso se obtienen mayores ventajas y mejor pronóstico, siendo la técnica más usada actualmente. Veamos las razones:

• Apariencia y sensaciones naturales, puesto que al estar la prótesis “escondida” a las miradas y al tacto, debajo de todo, es difícil percibir el material sintético.
• Baja tasa de rechazo porque se sabe que es una zona menos propensa a formar las cápsulas fibrosas, aunque el implante sea de silicona. De esta manera se minimizan las probabilidades de esta complicación.
• Menor interferencia visual en una mamografía, un factor de amplia relevancia para quienes tengan antecedentes familiares de cáncer de mama.

La recuperación suele ser semejante a otras técnicas y, como hemos visto, los beneficios asociados a esta ubicación son realmente sustanciales. Siguiendo fielmente todas las recomendaciones del médico, antes y después de la intervención, se obtienen los resultados deseados para disfrutar con tranquilidad y durante años de una nueva y agradable imagen.