La rotura de prótesis de mama es uno de los problemas más temidos por quienes se han sometido a un aumento de pecho. Pese a que ocurre de forma infrecuente, hay ciertas pautas a seguir para prevenir y detectar la rotura en los implantes.
Los implantes mamarios actuales consisten en un gel de silicona rodeado y contenido por una pared de un material más resistente. Presentan una calidad superior y son más duraderos y seguros que las prótesis anteriores por dos razones: las paredes exteriores tienen más capas y contienen un gel de alta cohesividad en su interior, de modo que, de producirse la rotura, es más difícil que el contenido migre hacia otras zonas del cuerpo. La calidad de los implantes elegidos por el cirujano será esencial para su duración. Además, es recomendable que la paciente guarde la documentación que reciba sobre sus prótesis para que, en caso de producirse una rotura, se pueda acceder a esa información, reclamar una prótesis nueva o una posible indemnización (si el fabricante se ha comprometido previamente a ello). Las roturas pueden producirse por varias causas como traumatismos, presiones exageradas y degradación o envejecimiento de los materiales. Los síntomas ante una rotura variarán según el implante utilizado. La paciente que haya sufrido una rotura puede notar molestias, una sensibilidad diferente a la acostumbrada, o cambios en la forma del pecho. No obstante, estas alteraciones también podrían ser indicio de que hayan aparecido otros problemas, como una contractura capsular o encapsulamiento. Además, también se producen roturas que no presentan ningún síntoma. Es decir, la rotura de la prótesis de pecho puede pasar desapercibida para la paciente. De ahí la importancia de que el cirujano plástico plantee controles periódicos en los que detectar posibles roturas u otros problemas. Las revisiones se pueden llevar a cabo mediante una resonancia magnética, una mamografía o una ecografía. El seguimiento debe ser preventivo, esto es, la paciente debe acudir a la consulta con el cirujano de forma contínua a lo largo de su vida, incluso si no ha notado problemas en sus prótesis. En el caso de detectar una rotura, la paciente deberá ponerse de nuevo en manos del cirujano. No se trata de una urgencia vital y en muchos casos el problema podrá ser solucionado volviendo a pasar por el quirófano, retirando los implantes dañados y, de así desearlo la paciente, implantando unos nuevos. Por todo esto, es vital elegir a un cirujano con amplia experiencia y profesionalidad, pues sus consejos y su seguimiento y control tras la intervención son indispensables para que los implantes evolucionen de forma favorable. El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.Dr. Alfredo Fernández Blanco