La queiloplastia y la eliminación de silicona en labios

La queiloplastia es la cirugía plástica para el retoque de los labios que normalmente se utiliza para eliminar restos de silicona en labios inyectada. El Dr. Fernández Blanco tiene una amplia experiencia en este tipo de cirugías.

¿Desde hace cuanto hacemos esta cirugía?

La queiloplastia es una de las cirugías estrella de nuestra clínica. Empezamos en el año 2007 a realizar este tipo de tratamiento. Hace unos años esta operación se llevaba de una manera muy cauta retirando poco producto y hoy en día conseguimos resultados realmente muy satisfactorios, incluso en los casos más extremos que lo requieren, retirando el producto prácticamente en su totalidad. A partir de la primera semana los pacientes suelen mostraste contentos con el resultado.

¿Por qué se comenzó a inyectar silicona en labios?

Es un tema que se debe tomar con precaución, puesto que ha habido una gran evolución en cuanto a los materiales de uso de relleno y su efecto perjudicial a lo largo de los años.

En un primer momento, el producto de relleno que se utilizaba, era el colágeno. Con la aparición de la enfermedad de las “vacas locas” esta sustancia desapareció del mercado y se dejaron de rellenar labios con colágeno. Entonces se empezó a utilizar silicona líquida y otros materiales de relleno permanente. Este tipo de rellenos en un primer momento satisfacían al cliente, puesto que es una sustancia que se coloca de manera rápida, en una sola intervención en clínica con anestesia local, daba volumen y no producía reacciones adversas la mayoría de los casos.

Pero en los años 90 se descubrió la siguiente patología, el material de relleno inyectado, se comporta como un cuerpo extraño y empieza a deformar el labio en forma de granulomas y bultos.

Es decir, en un primer momento aumentaba el labio, pero 20 años después nos encontramos con labios deformados por bultos. Es entonces cuando los pacientes acuden solicitando una queiloplastia o retirada del relleno inyectado en el labio.

¿Cuáles son las complicaciones de tener silicona en labios?

En el 2007 empezamos con mucha cautela a tratar este tipo de pacientes, hoy en día podemos devolver la belleza a los labios que están deformados no solamente con la sustancia silicona.

Es probable que incluso este relleno haya provocado reacciones adversas y que llegue incluso a provocar dolor al paciente. Luego, cuando realizamos esta operación, no solo el factor estético es el importante, sino que existe un gran componente de salud y bienestar para el paciente. Se han visto infecciones, inflamaciones constantes, incluso reacciones autoinmunes.  Para estos casos, nosotros recomendamos, sin lugar a duda, la extracción completa de la totalidad del producto utilizado para el relleno.

Al retirar el relleno, y con ello parte del tejido del labio, (a veces es necesario retirar relleno de la parte blanca del labio, no solo de la roja), es evidente que se pierde gran volumen del labio del que se ha disfrutado los últimos años, pero en términos generales cuando abordamos el tratamiento para quitarle los bultos, devolver estética al labio y quitamos esa dureza y ese malestar y el paciente queda muy satisfecho con los resultados.

¿Cómo se realiza una queilopastia?

La intervención se realiza tras administrar al paciente anestesia local. A través de unas incisiones muy finas, retiramos un poco de mucosa del labio y el producto de relleno. Si el producto no provoca reacciones adversas se puede plantear dejar la parte del producto no deformada para preservar lo que se pueda del volumen del labio. Después se cierra dicha incisión con unos puntos muy pequeños. A los siete días se retiraran los puntos, si no se han utilizado los absorbibles (en función de cada caso).

El paciente se encontrará hinchado entre 48h y 72h y prácticamente no habrá presencia de hematomas. A la semana el paciente pordrá realizar  una vida completamente normal.

A pesar de que a la semana de la operación el paciente ya se siente feliz puesto que puede apreciar el cambio a mejor, el resultado definitivo se puede apreciar a partir de los dos o tres meses tras la operación.