Mitos y leyendas: Te aclaramos todas las dudas sobre los implantes mamarios

El aumento de mamas o cirugía de implantes mamarios es la más demandada por mujeres en todo el mundo. Con ella se consigue incrementar o modificar el tamaño del busto y alcanzar la imagen que se desea. Sobre esta técnica, hay muchos mitos y leyendas que asolan al imaginario colectivo. Te aclaramos las dudas que más se repiten.

¿El pecho no se verá natural?

La respuesta es que depende del tamaño que quieras. Un buen cirujano sabrá aconsejarte sobre cuál es el tamaño y el procedimiento a seguir. Unos pechos muy grandes en una persona de baja estatura pueden resultar poco estéticos, por ejemplo. Además del tamaño de las prótesis, sobre la imagen y la naturalidad de la silueta, influye sobre manera la experiencia del cirujano. Por ello, nunca se recomienda buscar el ahorro en una intervención, por pequeña que sea.

¿Se pierde sensibilidad?

No. Después de la cirugía, es posible sentir poca sensibilidad (hipoestesia) o una excesiva sensibilidad (hiperestesia) en las mamas, pero esto es una reacción natural del cuerpo respecto a los implantes. Es un estado momentáneo y desaparecerá semanas después, cuando la zona se recupere de la intervención.

¿Puede el cuerpo rechazar el implante mamario?

Es muy muy poco frecuente. Los implantes que se usan en la actualidad raramente provocan reacciones inmunológicas de rechazo. Cuando se introduce una prótesis, el cuerpo crea una membrana protectora a su alrededor (esto es normal). Hay casos, sin embargo, en los que esta membrana crece excesivamente hasta que la mama se ve deformada y se siente más dura, originando lo que se conoce como contractura capsular. Esta afección tiene fácil solución y no es un rechazo en sí.

¿Los implantes mamarios aumentan el riesgo de cáncer de mama?

No. No hay ninguna evidencia científica de que los implantes favorezcan la aparición del cáncer de mama ni ningún tipo de tumor o cáncer. De hecho, las prótesis mamarias se emplean en cirugía reconstructiva para ayudar a mujeres que han padecido esta enfermedad.

¿Los implantes mamarios impiden dar el pecho?

No, este mito es completamente falso. Si en el proceso de inserción de los implantes de mama, se respetan los conductos que conectan la glándula mamaria a través del pezón con el exterior, la lactancia no se ve afectada en absoluto.

¿Hay que cambiar de implantes mamarios cada 10 años?

No. De hecho, solo se aconseja cambiar las prótesis cuando se rompen, algo que no tiene por qué suceder. Antes, cuando los implantes eran de aceite de silicona, se cambiaban para evitar que el contenido se esparciera cuando se producían roturas. Hoy en día, esto sucede muy raramente y no entraña la misma complicación.

¿No se puede viajar en avión?

Es uno de los mitos más extendidos, pero no es cierto. Sí que se puede viajar en avión, incluso en submarino, con implantes mamarios. Los cambios de presión que se producen en estos medios de transporte no son lo suficientemente notables como para explotar una prótesis. No obstante, después de una operación de aumento de pecho se deben esperar unos 15 días para viajar en avión.

¿Se puede dormir boca abajo con un implante mamario?

Sí se puede. En el único momento en el que no se puede es después de la operación, ya que la zona estará hinchada y, de hacerlo, dolerá.

Por último, recuerda que un aumento de pecho con implantes mamarios siempre debe de ser realizado por un profesional. Así que si deseas realizarte un aumento de pecho en Clínicas Fernández Blanco o quieres saber más sobre nuestra financiación de 5 años, no dudes en reservar una cita. ¡Te esperamos!