La piel es el órgano más extenso del organismo y responsable de nuestra apariencia externa. Está formada por células, fibras y matriz extracelular. Biológicamente podemos decir que los años traen consigo una disminución del número de células, de fibras de colágeno y de elastina e importantes alteraciones en la matriz extracelular. Esto provoca la disminución de la elasticidad de la piel y de su capacidad de renovación y reparación, especialmente motivada por la menor producción de factores de crecimiento y por el acúmulo de radicales libres. Además, la mala circulación trae consigo un menor aporte nutritivo y también menos secreciones glandulares, como consecuencia de estos hechos la piel se deshidrata y tiende a la descamación, se hace más laxa y pierda tersura, se forman arrugas y aparece la flacidez y la atrofia tisular, principalmente del tejido graso subcutáneo y muscular superficial. A causa de todo lo anterior aumentan las alteraciones cutáneas como manchas pigmentadas, queratosis senil, verrugas seborreicas, nevus, etc. El conjunto de estas modificaciones provocan un aspecto cansado o senil que con frecuencia, se acompaña con la pérdida de seguridad y rechazo de la propia imagen.
En el deterioro que acompaña al envejecimiento cutáneo intervienen dos tipos de fenómenos: unos genéticos y otros debidos a agentes externos. El componente congénito es la causa más importante de la flacidez de la piel y de las partes blandas de la cara: se heredan las características físicas de la piel. Entre los agentes externos el sol es el más perjudicial: El daño actínico crónico es la causa del fotoenvejecimiento de la piel (elastosis) y se caracteriza por la acumulación de fibras elásticas deterioradas producidas por fibroblastos cuyo material genético ha sido alterado por los rayos del sol
Los factores de crecimiento obtenidos por el método de plasma rico en plaquetas (PRP) se utilizan aplicados mediante mesoterapia (arrugas, elastosis, discromías), en inyección subdérmica (surcos pronunciados, depresiones cicatriciales, fibrosis), mezclado con grasa (como injerto) o en forma de coágulo plaquetario (en cicatrices para acelerar el proceso de cicatrización).
La aplicación de plasma enriquecido con plaquetas con la técnica de mesoterapia ha demostrado ser muy beneficiosa. La mesoterapia ocupa un lugar destacado en el arsenal de las terapias preventivas del envejecimiento facial. Es una técnica de administración local de medicamentos (seguros y en dosis mínimas) que consiste en la aplicación de múltiples microinyecciones en la dermis (a menos de 2 milímetros de profundidad) lo cual nos permite salvar la barrera córnea cutánea. Puesto que una de las más importantes manifestaciones del envejecimiento cutáneo es la aparición de arrugas, la aplicación mediante mesoterapia de factores de crecimiento solos o combinados con otros fármacos nos permitirá aportar principios activos que activan la regeneración celular de la piel –principalmente queratinocitos de la capa basal y también fibroblastos -y estimular la producción de glicosaminoglicanos, fibras colágenas y elásticas necesarias para sustituir las estructuras alteradas. En resumen, podemos decir que los factores de crecimiento regulan la remodelación de la epidermis y de la dermis y tienen una profunda influencia sobre la apariencia y textura de la piel. Se ha comprobado que la aplicación tópica, o la inyección subcutánea de factores plaquetarios produce importantes cambios sobre la piel envejecida: restaura la vitalidad cutánea, aumenta su grosor, recupera la consistencia elástica, mejora la afluencia vascular, estimula las glándulas secretorias e incrementa la tersura de la piel . El tratamiento es ambulatorio, rápido y muy eficaz.
Si deseas saber más sobre el tratamiento de Plasma rico en plaquetas PRP, consulta con nuestros especialistas, pide tu cita a contacto@drfernandezblanco.com o entra a nuestro Facebook y deja tu consulta
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.