En estos tiempos mediáticos, los personajes públicos son sometidos a un escrutinio constante, por lo que es difícil pensar que una alteración física, una cirugía plástica, va a pasar desapercibida. Que tampoco parece que sea el objetivo: salvo casos concretos (como la cirugía plástica íntima), la idea es mejorar el aspecto, y lo normal es que quienes te miran se den cuenta. Ocurre que, con algunas excepciones (casi todas protagonizadas por las hermanas Kardashian), los famosos que pasan por quirófano no andan anunciando a los cuatro vientos su cirugía. Como mucho, si les preguntan admiten haberse sometido a unos retoques, que a veces (cada vez menos, y eso es un signo de normalidad) atribuyen a necesidades médicas inexistentes. Pero, en general, son discretos y se someten a la norma no escrita del “juzguen ustedes mismos”. Es lo que ha debido pensar Charlene de Mónaco, esposa del Príncipe Alberto, cuya apariencia física sorprendió a todos el día de Santa Devota. “¿Habrá sucumbido a la cirugía estética?”, se preguntaron los gacetilleros. Una pregunta retórica, suponemos, por lo muy evidentes que son los cambios. O quizá una manera de protegerse las espaldas, después de algunos casos sonados de actrices de las que se dijo que se habían puesto en manos del cirujano para cambiar su aspecto y demostraron después que lo único que había cambiado era su manera de maquillarse. En fin. Parece evidente que, en el caso de la princesa Charlene, de la que las crónicas nos cuentan que acaba de cumplir 38 años y es feliz con sus mellizos Jacques y Gabriella, el cambio no es cuestión de una nueva sombra de ojos. Los expertos consultados por publicaciones francesas hablan de rinoplastia, pómulos y quizá labios. Y recuerdan además que no es la primera vez… Nosotros, en la distancia, no podemos (ni queremos) entrar en qué, ni en cómo, ni en cuándo. Sólo señalar lo evidente: que cuando una cirugía estética está bien hecha y no traiciona la constitución de la persona que pasa por quirófano, el resultado es espectacular. Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).Los famosos no cuentan lo que se hacen
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.