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Este es el caso real de una mujer de  45 años, que cuando ascendió en su trabajo, una lujosa firma de moda, decidió que había llegado el momento de mejorar su imagen.

En 2012, se sometió a un lifting facial en un centro de estética de Madrid, recomendado por una amiga. “El local tenía una decoración fantástica y me atendió un comercial muy gradable, que me citó varios nombres de famosos operados en el centro –recuerda – ¡Ni se me ocurrió dudar de la profesionalidad del cirujano! Después me enteré de que era un otorrino, no un especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, que es la titulación oficial de la especialidad. Las consecuencias fueron varias cicatrices muy visibles en las sienes y un aspecto artificial. He tenido que operarme dos veces más para arreglar, en parte, el desaguisado”.

Aunque a nadie se le ocurriría acudir a un oftalmólogo para arreglarse la dentadura, muchas personas no ponen reparos en acudir a cualquier profesional de la Medicina sin formación especializada para someterse a intervenciones de cirugía estética que requieren una formación académica rigurosa. La prueba: los 9.000 médicos españoles que, según datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SECPRE), realizan procedimientos estéticos no contemplados en sus especialidades. “Es importante que la gente sepa que la cirugía estética no existe como tal, sino que es una faceta más de la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (CPER), que, además del título de licenciado en Medicina General, requiere cinco años de residencia”, señala el presidente de la SECPRE. “Dicho eso, no existe una normativa que obligue a los licenciados en Medicina a realizar su actividad en el campo al que pertenece su especialidad. Ese vacío legal es el causante de la actual situación de indefinición, que queremos que termine, en beneficio de los pacientes”, añade.

Las pacientes insatisfechas, desfiguradas e, incluso, con graves secuelas de salud son la prueba de esa banalización de la especialidad, incluida la existente entre no pocos profesionales médicos que creen que pueden dominar con apenas un máster o cursillo de verano esta especialidad, aseguran los expertos.

Lo realmente válido, además de la experiencia y la especialización, son el historial profesional y los trabajos realizados.

El paciente debe exigir siempre que la consulta se haga con el cirujano y no con un comercial, además de preguntarle por su titulación, experiencia y por las garantías del centro, el paciente debe explicar sus deseos y aspiraciones y el cirujano debe aclararle las posibilidades reales, sin alimentar falsas esperanzas. Si, a pesar de todo, no está satisfecha o no tiene feeling con ese profesional, que acuda a otro.

En todas las cirugías estéticas existe el conflicto emocional, la relación entre expectativas y posibilidades reales. En su deseo de mejorar físicamente o solucionar conflictos de autoimagen, algunas pacientes sobrevaloran lo que puede ofrecerles la cirugía e idealizan los resultados. Hay intervenciones en las que el grado de satisfacción suele ser alto, por ejemplo las de aumento de mamas, en la que hoy se consiguen resultados óptimos. Sin embargo, otras como las realizadas para resolver la flaccidez de brazos y piernas pueden no ofrecer resultados tan consistentes, y algunas pacientes pueden verse frustradas si no les informas de las posibilidades reales.

La palabra que describe al éxito en cirugía estética es naturalidad, y para ello la experiencia, formación y trabajos realizados por el cirujano, son determinantes.

Para minimizar y evitar los malos resultados consulta siempre con un experto. Las cirugías secundarias se realizan como consecuencia de los malos resultados.

Si deseas pedir cita con nuestro experto al dr. Fernández Blanco, pide tu cita a contacto@drfernandezblanco.com, o entra en nuestro Facebook https://www.facebook.com/pages/Cl%C3%ADnicas-Fern%C3%A1ndez-Blanco-de-Cirug%C3%ADa-y-Medicina-Est%C3%A9tica/175259475818553

 

Firma de la Doctora Patricia Lopez Santos - Blog

Dra. Patricia López Santos

La doctora Patricia López Santos es Cirujana Facial del equipo Fernández Blanco de Marbella.
Trás su especialización en Cirugía Oral y Maxilofacial por el Hospital Marqués de Valdecilla en Santander, y debido a su pasión y gran habilidad en el sector de la cirugía estética, es un miembro esencial en Fernández Blanco y discípulo del doctor Fernández Blanco. Su vocación es la cirugía estética facial, abordando desde rinoplastias, blefaroplastias a lifting cérvico faciales.

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