En México las llaman «clínicas patito», son aquellas que no reúnen los requerimientos mínimos para operar, y en los últimos años han crecido como la espuma, al mismo ritmo que las intervenciones de cirugía estética.
Cada cierto tiempo, la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) anuncia campañas y cierres, advierte de los peligros que ir a ellas entraña, pero hay quien sigue acudiendo, atraído por un solo argumento: sus precios imbatibles. Con ese nombre o sin ninguno específico, en México y en cualquier otro lugar, las clínicas ilegales son una lacra para nuestra especialidad. Afortunadamente, en nuestro país los mecanismos de control funcionan, las circunstancias aquí son muy distintas, pero la vigilancia no debe relajarse porque hay establecimientos y pseudo profesionales que desprestigian nuestra especialidad y, más grave aún, ponen en peligro la vida de quienes confían en ellos. En varias ocasiones hemos contado aquí cómo con cierta frecuencia llegan a nuestras clínicas personas cuyo problema deriva de una intervención anterior, realizada por gente incompetente y sin escrúpulos, que han utilizado biopolímeros, es decir, silicona líquida y prohibida. Porque a estas alturas nadie puede alegar ignorancia, todos los que nos dedicamos a la medicina estética sabemos, y los reglamentos y las leyes así lo recogen, que la silicona sólo se puede utilizar en forma de implantes. Y cuando analizamos los casos, constatamos los destrozos que esos biopolímeros causan: La buena noticia es que podemos solucionarlo o al menos, mitigar los efectos de esa práctica devastadora. No es sencillo porque, como ya hemos dicho, la silicona líquida ni está contenida ni se queda quieta, por lo que su extracción nos exige tocar en nuestra intervención quirúrgica todos esos tejidos en los que se ha depositado. Nuestro trabajo consiste en extraer la mayor cantidad de biopolímeros posible sin sacrificar los tejidos a los que ha ido a parar. Una tarea delicada y minuciosa que exige que demos lo mejor de nosotros mismos para solucionar todo lo malo que otros han hecho. Nos satisface decir que los resultados, fruto de años de experiencia, son buenos; pero no nos importa admitir que estaríamos más felices si no tuviéramos que demostrarlo. Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.