La cirugía plástica nació como una necesidad social, cuando se decidió aprovechar el avance de las técnicas quirúrgicas para reconstruir el cuerpo dañado por las secuelas de la guerra.
En esa función reconstructiva progresó tanto el resultado estético que la cirugía estética adquirió vida propia y se transformó en el gran motor de una revolución estética.
En la actualidad, con una amplia oferta de tratamientos la cirugía estética está al alcance de la mayoría, aunque la diversidad es tanta que todo paciente necesita orientación cuando piensa en una intervención reparadora o estética.
¿Qué garantías puede tener el paciente respecto de la idoneidad del profesional?
La cirugía plástica, estética y reparadora y sus profesionales están nucleados en diferentes asociaciones
La pertenencia del cirujano a una sociedad científica es lo que puede aportarle al paciente una cuota de tranquilidad: la de estar en manos de un profesional idóneo.
El paciente mientras consulta con varios especialistas va a encontrar de todo, y la mejor garantía de calidad es la que pueden dar aquellos profesionales que tienen una educación médica continua en la especialidad, que realizan las cirugías en hospitales o clínicas habilitadas y que tienen amplia reputación.
Podemos diferenciar cirugías: lifting, liposucción, cirugía de mamas (aumento de mamas con implantes), rinoplastias, blefaroplastias, etc, y en medicina estética: peelings, rellenos faciales, rellenos con células autólogas; plasma rico en plaquetas, etc, todas ellas con aparatología de última generación que favorecen los procedimientos haciendo que la técnica y la posterior recuperación del paciente sea más benévola.
Los cirujanos plásticos deben dominar las diferentes técnicas y conocer la eficacia diferencial de cada una, para orientar correctamente a cada paciente.
¿Cómo se tienen en cuenta los aspectos psicológicos del paciente?
El miedo ha ido desapareciendo de loa pacientes a medida que pasan los años, debido a la amplia información que existe referida a que las técnicas son cada vez menos invasivas.
Los pacientes no sólo se ponen en manos del médico físicamente: en ese anhelo de verse mejor entran en juego factores psicológicos profundos, expectativas (razonables y de las otras), deseos y temores.
Cuando se realiza sobre partes muy visibles de su cuerpo, como el rostro, por ejemplo, la persona se juega su autoestima, su imagen y la proyección de cuánto esta influye en su vida social, afectiva o laboral. Con estas variables también tiene que tratar el cirujano plástico.
Otro caso frecuente es el del paciente que reincide cuando no quedó conforme con el resultado de su operación. Entonces, después del primer lifting del que ha quedado insatisfecho; consulta por la cirugía secundaria para corregir imperfecciones, por ello es muy importante la correcta elección del cirujano.
La trayectoria profesional, la formación, la reputación y la habilidad quirúrgica demostrada en resultados son claves para elegir correctamente.
El dr. Fernández Blanco es experto en cirugías secundarias, si deseas consultar pide tu cita a contacto@drfernandezblanco.com o entra en nuestro Facebook https://www.facebook.com/pages/Cl%C3%ADnicas-Fern%C3%A1ndez-Blanco-de-Cirug%C3%ADa-y-Medicina-Est%C3%A9tica/175259475818553
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.
