Uno puede pensar que, si debemos someternos a una intervención quirúrgica del tipo que sea, lo mejor es hacerlo en nuestro lugar habitual de residencia, en el centro médico donde han llevado tu caso desde el principio, cerca de quienes más te quieren.
Vale que en determinados y muy especiales casos, pacientes de toda condición se pueden ver en la necesidad de viajar para acceder a determinados tratamientos. Pero el sentido común nos indica que esa ha de ser la excepción, no la regla.
Y lo que es cierto hablando en general lo es también cuando nos referimos particularmente a la cirugía estética. De hecho, la Sociedad Internacional de Cirugía Estética (ISAPS, por sus siglas en inglés) publicó recientemente un aviso destinado a todas las personas que, básicamente por cuestiones económicas (es decir: por ahorrarse un dinero), se proponen someterse a una intervención quirúrgica cosmética fuera del país donde residen.
La advertencia llegó a la luz de un caso especialmente dramático: la muerte de dos ciudadanos británicos que se desplazaron a otros países para someterse a operaciones de cirugía estética… realizadas por médicos no certificados.
Porque el problema no es que los profesionales de unos países sean, por norma, mejores que los de otros: el problema es que cuando salimos de nuestro ambiente, más aún si nos trasladamos a un país cuyo idioma desconocemos, las posibilidades de contrastar la información y verificar la idoneidad de quienes nos atienden se reducen drásticamente. Los pacientes deben ser conscientes de que se están colocando en una situación de peligro adicional a los riesgos que asumirían si encontraran un cirujano certificado cerca de su hogar. Caer en manos de desaprensivos es mucho más fácil de lo que parece.
De ahí que la ISAPS exhorte a los países receptores de ese tipo de turismo de salud a adoptar cambios en su legislación para asegurar un mayor nivel de seguridad para el paciente. Los estándares cambian según el país, y es esencial que los pacientes encuentren cirujanos plásticos certificados, independientemente del lugar que elijan para la operación.
Por todo ello, y dicho sea sin menoscabo de la calidad de colegas del mundo entero que cada día atienden de manera satisfactoria a cientos de miles de pacientes, insistimos: lo mejor es operarse cerca de casa. Confiar en el médico que mejor te conoce y al que mejor entiendes.
Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, o llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.