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Quizá su nombre no sea muy popular, pero la recordaréis si visteis las películas American Pie o Leyenda Urbana… Pues bien.Hace algunos años, en 2006, Tara se sometió a una mamoplastia de aumento. Nada que no sea habitual en Hollywood, y de hecho en el mundo entero, puesto que se trata de una de las intervenciones estéticas más populares.

Lo peculiar de su caso es que, debido a malas prácticas, los resultados fueron realmente malos. Y tuvieron consecuencias desastrosas. Sus senos “destruidos y sin forma” (son palabras suyas) repercutieron negativamente en su vida laboral (perdió trabajo, papeles en películas) y personal (vivió varios episodios de depresión).

La solución llegó gracias a una segunda intervención que corrigió los errores de la primera mediante un cambio de implantes y un procedimiento de levantamiento mamario.

Los cirujanos somos muy conscientes de que los malos resultados de las intervenciones quirúrgicas producen angustia y ansiedad. Y sabemos que esos resultados indeseables pueden ser fruto de una mala praxis, si bien no es infrecuente que se deban, simplemente, a que la intervención no ha satisfecho las elevadas expectativas de la paciente. En cualquiera de los dos casos, lo conveniente es someterse a una cirugía secundaria de corrección.

En la actualidad, se estima que casi la mitad de las operaciones estéticas que se realizan en el mundo son cirugías secundarias. Y entre ellas, la más frecuente es la que tuvo que afrontar Tara Reid, la mamoplastia secundaria, que como su propio nombre indica viene a corregir los problemas surgidos tras la mamoplastia primaria.

¿Qué tipo de correcciones? Las más habituales son la contractura capsular, una complicación de la mamoplastia de aumento que se produce en los primeros meses tras la inserción del implante, aunque también puede ocurrir por envejecimiento o rotura de los implantes; la sinmastia; la utilización de unas prótesis de mamas de tamaños o volúmenes que no se corresponden con las características anatómicas de la paciente; o el doble surco (también conocido como “doble burbuja”), que se presenta cuando la paciente tiene previamente una falta de desarrollo de los polos inferiores que pasa desapercibida, y al realizarse un aumento mamario el surco desciende en exceso.

Sea como sea y por lo que fuere, nunca nos cansaremos de insistir en que la cirugía secundaria de mamas es una intervención compleja, por lo que es fundamental que la realice un profesional con acreditada experiencia. Para no tropezar dos veces con la misma piedra.

Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).

 

Firma del Doctor Fernández Blanco - Blog

Dr. Alfredo Fernández Blanco

El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.

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