La queiloplastia, la cirugía facial que mejora el aspecto de los labios, es una de las operaciones estéticas más demandadas. Tras someterse a una queiloplastia, pasado el tiempo, algunos pacientes notan molestias o se sienten inseguros con respecto al nuevo aspecto de sus labios. Este problema se puede solucionar acudiendo a un profesional en cirugía secundaria.
Los motivos para el descontento de algunos pacientes con los resultados de su queiloplastia son esencialmente dos: el paciente no está convencido sobre la estética conseguida o siente molestias (incluso dolor en algunos casos) en la zona. En primer lugar, tras someterse a una queiloplastia, puede ocurrir que se haya infiltrado una cantidad de material sintético demasiado grande y el resultado quede poco natural. También puede ocurrir que la intervención anterior haya provocado una asimetría entre el labio inferior y el superior. En teoría, el labio superior debe ser algo más fino que el inferior y quedar por delante de él.
A través de una queiloplastia secundaria se pueden solucionar estos problemas estéticos, retirando el exceso de producto.
No obstante, es frecuente que surjan dudas sobre la posibilidad de retirar por completo los materiales injertados en una queiloplastia anterior. Mientras que existen productos que tienen una base acuosa y son removibles, hay otros que infiltran más tejidos y cuya extracción no es posible. Por ello, el cirujano encargado de la cirugía secundaria deberá hacer un estudio y establecer hasta qué punto es posible la retirada del producto. En caso de que sea posible, el procedimiento para eliminar el exceso de volumen consistirá en realizar una incisión en el interior de la boca y suprimir el producto. Por otro lado, el cuerpo puede reaccionar de forma negativa ante la introducción de un producto extraño, generando los llamados ‘granulomas’. El cuerpo identifica el producto infiltrado como algo “extraño” a él y genera una cápsula cicatrizal a su alrededor que puede producir molestias. Con una cirugía secundaria se pueden eliminar estos granulomas. Las técnicas para eliminarlos son variadas y solo un cirujano experto podrá escoger sobre la más adecuada. Ambos casos son ejemplos de operaciones de cirugía estética secundaria que requieren alta precisión por parte del cirujano plástico. Por ello, es importante elegir a un buen profesional y tener claro cómo elegir a un cirujano plástico adecuado. El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.Dr. Alfredo Fernández Blanco