Debemos confesar que una de las mayores alegrías que nos proporciona nuestra especialidad es ver cómo, al término de una intervención, mejoran la apariencia y la autoestima de los pacientes. Algo que es especialmente evidente cuando la intervención pasa por la realización de un implante facial que optimiza el balance de los rasgos. Y más aún, si el paciente es joven.
Seguro que a estas alturas de post estáis pensando en la remodelación de la nariz, quizá la más popular de las intervenciones estéticas. Pero en realidad queríamos hablar de la remodelación del mentón, no sin dejar de señalar que con harta frecuencia ambas van juntas, ya que de lo que se trata es de conseguir que los rasgos faciales sean más equilibrados.
La mentoplastia, esto es, la cirugía estética del mentón es la corrección de la barbilla o prominencia de la mandíbula inferior, y eso puede ser necesario en dos situaciones antagónicas:
– Cuando el mentón está poco desarrollado, algo que altera el perfil dando a veces la sensación de mandíbula pequeña aún con una mordida normal. Para devolverle la forma anatómica correcta utilizamos prótesis de silicona sólida, un material inerte y biocompatible, por lo que no se sufre rechazo. La prótesis es permanente, no es necesario cambiarla con el transcurso de los años. A no ser que esta intervención se combine con otra mas importante, la operación se realiza con anestesia local.
– Cuando queremos disminuir un mentón demasiado prominente. En ese caso, se impone efectuar un lijado o una sección del hueso (osteotomía) a través de una incisión dentro de la boca.
Para garantizar que un resultado satisfactorio, a los especialistas nos toca realizar un trabajo quirúrgico impecable… pero nuestro trabajo empieza mucho antes de entrar en el quirófano, cuando hablamos con el paciente y conocemos sus expectativas. Tarea nuestra es, aunque a veces parezca ingrata, medir si esos deseos se corresponden con la realidad.
Sólo si se cumplen esas condiciones, si las expectativas del paciente son realistas y si el médico trabaja de manera profesional, podremos obtener un resultado satisfactorio.
Dos últimas cosas. Los problemas son infrecuentes, pero eso no equivale a desestimarlos. Como en cualquier cirugía, la infección es una amenaza. Además, puede suceder que el implante se desplace ligeramente de su posición, algo que se puede corregir mediante una segunda intervención.
Si deseas más información sobre la mentoplastia, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.