Es indudable que los médicos en general, y quienes se desempeñan en la especialidad de cirugía plástica en particular, han de conocer bien a sus pacientes: sus necesidades, sus deseos, sus temores.
Desde luego, las necesidades, los deseos y los temores de cada una de las personas que pasa por la consulta. Pero también, por qué no, los de “los pacientes” entendidos como un grupo que no es completamente homogéneo, pero cuyos integrantes presentan características comunes.
De ahí el interés de un estudio elaborado antes del verano por nuestros colegas de la Sociedad Catalana de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SCCPRE) que revela que más de la mitad de las mujeres que se someten a una intervención de cirugía estética se inventaría un motivo de salud para justificar la operación.
Al parecer, a diferencia de lo que les ocurre a los hombres, a la mayoría de las mujeres le resulta más incómodo explicar que se ha operado por motivos estéticos que que lo ha hecho por motivos de salud. Por eso, el 63% de los pacientes sólo explicaría los motivos reales a sus allegados, es decir, no lo compartiría con nadie ajeno a su círculo íntimo; el 17% no se lo diría a nadie; y sólo un 11% explicaría sus motivos a cualquiera y sin tapujos.
Y otro dato de interés: el número de mujeres que pasan por quirófano porque tienen un complejo es cinco veces superior al de los hombres, quienes dicen mayoritariamente que sólo quieren mejorar.
Unos resultados que llevaron al doctor Manel Romaní, presidente de la SCCPRE, a decir: “Cualquiera puede decir, con la cabeza alta, que ha tenido que operarse de apendicitis y todo el mundo le apoyará. Por el contrario, cuando alguien tiene un complejo con la forma de su nariz no está aceptado socialmente que se intervenga de estética, aunque el cambio le pueda suponer un aumento importante de su autoestima y seguridad”.
Nos llama la atención que aún haya quien no acepte las intervenciones de estética pese a sus indudables beneficios físicos y sí, psicológicos. Lejos de la banalización y la mala prensa están las personas con problemas reales y los profesionales con la experiencia y la capacidad necesarias para solucionarlos, y no tendría sentido desaprovechar esa oportunidad.
Por eso, y aun respetando la voluntad de cada paciente, su decisión de contar o no el paso que va a dar, nos gustaría creer que si optan por callar no es por vergüenza o por absurdos complejos. La cirugía estética mejorará su vida. Al tiempo.
Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.