En alguna ocasión hemos hablado aquí mismo de Corea del Sur como una de las mecas mundiales de la cirugía plástica. Las cifras apabullan: más de 4.000 clínicas, 250.000 intervenciones al año y una ratio de intervenciones sorprendente: unas 13 por cada 1.000 habitantes según datos de la Sociedad Internacional de Cirugía Estética y Plástica (ISAPS).
Lógico, por ello, que los cirujanos más reputados estén muy solicitados; lógico también que haya una cierta saturación en sus consultas: cualquier procedimiento estético, más aún uno que exige al paciente pasar por quirófano, tiene sus ritmos y sus protocolos, etapas y normas que no debemos saltarnos… so pena de generar más problemas de los que queremos solucionar.
Lo malo es que al albur de ese boom, muchos desaprensivos han decidido dar un paso al frente y proporcionar de manera inmediata un peligrosísimo sucedáneo del servicio que los médicos cualificados ofrecen en tiempo y forma. En Corea los llaman “doctores fantasma”, médicos (o no: en algunos casos ni siquiera poseen título) que reemplazan clandestinamente a los cirujanos especialistas en cirugía estética.
La proliferación de esos “doctores fantasma”, responsables de cientos, miles de chapuzas, ha cebado el crecimiento de las reclamaciones de pacientes, que fueron 3.740 casos en 2012, 4.806 en 2013 y 5.005 en 2014, según datos del Centro de Consultas de Corea del Sur.
Ni que decir tiene que la Asociación de Cirujanos Plásticos de Corea es la más interesada en cortar de raíz esas malas prácticas. “En cirugía plástica es fundamental que el cirujano conozca al cliente personalmente y estudie su caso” ha declarado el presidente de la asociación, el doctor Kim Sung-woong. Obviamente, ese conocimiento es algo de lo que los falsos médicos prescinden, de hecho, en muchas ocasiones conocen al paciente cuando éste entra en quirófano.
Traemos a colación el caso de Corea, absolutamente excepcional, para recalcar algo de lo que en este blog hablamos con frecuencia y no por capricho, sino por convicción: es fundamental que quienes sopesan la posibilidad de someterse a una intervención de cirugía plástica, se pongan en manos de quienes por su formación, conocimientos, experiencia y ética merecen su confianza. Es fundamental que antes de pedir consulta, el paciente se asegure de que el cirujano plástico escogido está acreditado por organismos como la Sociedad Española de Cirugía Plástica Estética y Reparadora (SECPRE), la Asociación Española de Cirugía Estética y Plástica (AECEP) y la Internacional Confederation for Plastic Reconstructive and Aesthetic Surgery (IPRAS).
Todo ello es fundamental. Por el bienestar de quienes buscan nuestra ayuda y por el prestigio de una especialidad médica que aún tiene tanto que ofrecer.
Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.