Antes de ponerte en manos de un cirujano plástico, confirma que se trata de un profesional experimentado y capaz, porque una elección errónea puede tener consecuencias nefastas. Y los medios de comunicación dan cuenta, un día sí y otro también, de casos que lo demuestran.
Creo que ya conocéis a Jordan James Parke, un joven británico de 23 años cuyo mayor deseo es parecerse a Kim Kardashian.
En el empeño se ha sometido a más de 50 intervenciones y tratamientos estéticos que le han costado más de 120.000 euros… y por lo último que sabemos, también le han costado su salud porque él mismo informó hace unos días de que sus labios empiezan a derretirse.
Es evidente que Jordan es víctima de sus propios demonios, pero también lo es que le han aconsejado poco o mal quienes han podido evitar el desastre y no lo han hecho. Resultado de esta nefasta combinación son la parálisis facial y las “fugas labiales” que Jordan sufre.
Volvemos a insistir una vez más, y lo haremos las veces que sea necesario: antes de acudir a un cirujano plástico, asegúrate de que es un profesional preparado, curtido, serio. Es incluso conveniente que confirmes la titulación del médico. Y una vez elegido, escúchale, su veteranía y su buen criterio son la mejor guía.
Además: rechaza ofertas milagrosas y tratamientos excesivamente baratos, y por mucho que alguien te susurre que nada malo puede pasar di “no” al uso de materiales que son rechazados por las autoridades sanitarias por dañinos para la salud.
Nos referimos a los tristemente famosos biopolímeros, es decir, a la infiltración de silicona líquida, una práctica que puede causar graves complicaciones, por ejemplo, parálisis facial si entra en contacto con el músculo o la formación de siliconomas causados por la migración de la silicona.
Sí, la experiencia nos ha enseñado que los materiales no adecuados pueden causar enormes problemas, y también somos dolorosamente conscientes de lo difícil que resulta retirarlos cuando se han movido, o incluso han infiltrado tejidos circundantes que resultarán dañados por mucha que sea nuestra pericia a la hora de eliminarlos.
Lo único bueno del caso protagonizado por Jordan James Parke es que nos ofrece la posibilidad de enseñar los efectos terribles de prácticas irresponsables. Pero no os quepa la menor duda de que preferiríamos no disponer de ejemplos tan palmarios.
Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.