Es una tendencia, no sabemos si imparable, pero sí indeseable: la de aquellos que se someten a intervenciones que ponen en riesgo su salud so pretexto de parecerse a alguien no ya famoso, sino incluso imaginario, y que en su desatino cuentan con la colaboración de médicos que deshonran la profesión y la especialidad.
Os presentamos a Pixee Fox, que se ha gastado 120.000 dólares para parecerse, son sus palabras, a personajes de cómic y de las películas Disney, a seres como Campanilla y Jessica Rabbit salidos de la imaginación y la pluma de dibujantes, “todo curvas y con una cintura pequeñísima”.
La lista de intervenciones es larga, en ella hay una rinoplastia, cuatro mamoplastias de aumento, injerto de grasa en varias partes de su anatomía… Pero lo más preocupante es que para alcanzar su objetivo: lucir una cintura de avispa, Pixee quería quitarse seis costillas, y que a pesar de que muchos cirujanos le dijeron que no, ella perseveró hasta que encontró uno que aceptó extraérselas.
La irresponsabilidad de ciertos profesionales sólo es comparable a la obsesión de Fox, que a su vez es similar a la de otros de los que hemos hablado ya en este blog y a la de tantos que aún no han pasado por aquí (por ejemplo, el hombre que se ha gastado una fortuna para parecerse a Madonna). Un empeño que les puede arruinar, y no hablamos sólo de dinero, física y emocionalmente.
Lo que es más: empiezan ya a darse casos de personas que tras someterse a intervenciones sin cuento para ser clavaditas a su famoso favorito deciden que ése no era el camino… o el famoso. Es el caso de Sam Barton, quien hizo lo que estaba en su mano para parecerse al actor británico Joey Essex y ahora pide al Servicio Nacional de Salud (NHS por sus siglas en inglés) que le ayude a desandar el camino andado.
Porque, es fundamental que todos lo tengamos claro, la cirugía plástica está aquí para ayudar, puede producir cambios físicos que pueden repercutir en la autoestima, pero no es una fórmula mágica.
Lo diremos utilizando las palabras que usa la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE): “existen determinadas situaciones en las que son recomendables otras alternativas antes de plantearse la posibilidad de someterse a una intervención de cirugía estética: pacientes con expectativas irrealistas, pacientes en crisis, pacientes imposibles de satisfacer, pacientes obsesionados con defectos mínimos y pacientes con enfermedades mentales”.
Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.
