En alguna ocasión hemos mencionado el apuro que a algunas personas les causa hablar de las operaciones de cirugía estética a las que se han sometido, o a las que se piensan someter. Y este pudor es comprensible hasta que los resultados saltan a la vista, puesto que negar el paso por quirófano es absurdo. Si embargo, existe una serie de operaciones súper discretas donde los resultados no se notan con facilidad, dado que están en lugares muy íntimos. ¿Sabes cuáles son? ¡Exacto!, estamos hablando de las cirugías íntimas, tales como: las ninfoplastias o labioplastia vaginal, es decir, la cirugía estética de los labios menores vaginales, denominados también ninfas.
El pudor en las cirugías íntimas
Se trata de procedimientos, por así decirlo, a los que nunca nos someteríamos por moda o capricho. ¿La razón? Son intervenciones que se realizan por necesidad y cuyo resultado solo conocerán la protagonista y su pareja, esas que no comentamos con nadie. Con nadie.
¿Por qué se realizan las ninfoplastias?
Quizá nunca hayas pensado que puedes necesitarla… Tal vez sufras molestias o dolor durante el acto sexual, o cuando te pones prendas ajustadas, unos pantalones ceñidos, pero te hayas resignado porque no creías posible hacer nada al respecto. O tal vez se trate de un mero problema estético, para el que no sabías que hubiera solución.
La buena noticia es que la hay, hay solución para un problema más frecuente de lo que parece, entre cuyas causas están el paso de los años (los labios se descuelgan, pierden su forma) y razones de origen genético o adquiridas.
Mejor aún: generalmente, los resultados de la ninfectomía, una cirugía estética rápida, poco dolorosa, ambulatoria y eficaz, son muy buenos.
¿Existen las ninfoplastias secundarias?
Es posible que el resultado no sea el esperado al realizarte una cirugía íntima. Y, aunque no lo parezca, es más habitual de lo deseable que lleguen a consulta pacientes insatisfechas, víctimas de una mala técnica quirúrgica, en busca de una segunda oportunidad.
En esos casos, se impone proceder a una ninfoplastia secundaria, que restaurará una anatomía correcta, corregirá asimetrías, que en algunos casos puede requerir rellenar con grasa propia del paciente los labios mayores (es el llamado lipofilling) para así mejorar el resultado estético.
En definitiva, que la resignación no es una buena opción. Recuerda que este problema tiene solución. Que el pudor no te impida abordarlo.
Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.