Quienes tenemos una edad y buena memoria recordamos aún esos tiempos, no tan lejanos, en los que las deformidades causadas por acúmulos grasos localizados no tenían solución; desde luego no fuera de quirófano, pero es que las que pasaban por la cirugía tampoco ofrecían grandes garantías.
Todo cambió con la llegada de la liposucción, una técnica que proporciona estupendos resultados en las zonas corporales donde se atrinchera la grasa más rebelde a los regímenes de adelgazamiento.
Es decir: la liposucción no es un tratamiento de la obesidad, aunque puede venir en auxilio de una dieta para eliminar la grasa que se resiste a desaparecer en brazos, abdomen, caderas, muslos, rodillas, tobillos…
Por lo general, la intervención no presenta ni genera mayores problemas. Pero puede ocurrir que los resultados de la operación no sean los deseados, o que surjan complicaciones que conviene corregir.
¿Qué tipo de complicaciones? Pues dos son las más frecuentes:
– La aparición de seromas, es decir, la acumulación de grasa líquida, suero, linfa y ocasionalmente productos hemáticos, allí donde se ha producido un traumatismo o practicado una cirugía. En caso de la liposucción, si aparecen, los seromas son fruto del traumatismo producido por las cánulas de liposucción.
– Las cicatrices, que dependen no sólo de la habilidad del cirujano sino también de la capacidad cicatrizante de la persona operada. Y que involucra no sólo la vía de entrada de las cánulas sino también toda la parte interna del colgajo dermograso, que puede sufrir hipertrofia, y retracción.
Pues bien, ahí entra en juego la liposucción secundaria, que permite corregir definitivamente los malos resultados y las complicaciones de la liposucción primaria.
Eso sí, aquí más que nunca (es un consejo que no nos cansamos de repetir), hay que elegir a un cirujano con experiencia, capaz de superar las complejidades de la cirugías secundarias, y es esencial el cumplimiento estricto de las indicaciones pre y postquirúrgicas. Porque no siempre hay una tercera oportunidad.
Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.
