No nos cansaremos de repetirlo: cuando decida someterse a una cirugía estética, asegúrese de que el especialista al que acude es, en efecto, un especialista. No se deje engañar por publicidades engañosas, cerciórese de que el especialista en cuestión lo es: verifique sus títulos, rastree su reputación.
No nos cansaremos de recordar que si acepta un tratamiento que incluya biopolímeros (productos no compatibles con el organismo), tan baratos, de efectos tan espectaculares, estará poniendo su cuerpo, su vida, en peligro.
No nos cansaremos de subrayar que hay quien sigue implantando rellenos faciales, rellenos corporales, que contienen aceite de silicona, un elemento que nos presentan como inofensivo pero que no es ni confiable ni seguro.
Y no nos cansaremos porque sabemos que el cuerpo rechaza esas sustancias. Y que si decidimos retirarlas, afrontamos una tarea compleja porque conforme pasa el tiempo, se infiltran en los tejidos sanos.
Dicho todo lo cual, es evidente que retirar los biopolímeros es posible. Nosotros lo hacemos, desde hace tiempo y con resultados satisfactorios.
La extracción de biopolímeros, su remoción directa, se hace indispensable en aquellos casos especialmente graves, aquellos en los que la utilización de biopolímeros ha ocasionado una reacción severa.
El planteamiento de la intervención es sencillo: hay que delimitar el área donde se encuentra la sustancia y realizar una incisión para retirarla. Sencillo en apariencia, porque como queda escrito, los biopolímeros no se quedan quietos en el lugar donde fueron implantados, tienden a infiltrarse en los tejidos circundantes e incluso pueden migrar hacia otras partes del organismo.
Desde luego, las autoridades sanitarias han prohibido el uso de estas sustancias tan perjudiciales. Desde luego, la inmensa mayoría de los cirujanos estéticos no las utilizan. Pero siempre hay desaprensivos, que se aprovechan de aquellos pacientes que ansían someterse a un cambio estético pero no disponen del dinero necesario para hacerlo en las condiciones sanitariamente exigibles.
Y tenemos también que atender a aquellas personas que aceptaron un tratamiento inaceptable cuando las leyes aún no lo habían desterrado.
De ahí que no nos cansemos de insistir en los peligros inherentes al uso de los biopolimeros, y en subrayar que, aunque lo ideal es hacer las cosas bien desde el principio, es posible solucionar los desastres causados. Pero tampoco nos cansaremos de proclamar que los resultados óptimos sólo se pueden obtener con procedimientos que cuentan con el aval de las sociedades científicas y cuando las cirugías estéticas son realizadas por profesionales especializados que trabajan en clínicas donde se cumplen a rajatabla los estándares de calidad y asepsia.
Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.