Si te decimos: imagínate un personaje negativo, el malo-malísimo de un cuento o una película… ¿Cómo lo dibujas? Es más que probable que tu villano tenga ojos pequeños, como agujas, y labios finos.
Sin embargo, si te proponemos crear un personaje sensual, hombre o mujer, entonces a buen seguro le pondrás ojos grandes y labios carnosos.
¿Hemos acertado? Casi seguro que sí, porque el de la persona, hombre o mujer sexy, con labios gruesos es un cliché bien establecido. Y como está bien establecido, son muchas las personas que en su deseo de mejorar su presencia física, piden someterse a una intervención para aumentar el volumen de sus labios, intervención que técnicamente recibe el nombre de “queiloplastia primaria“.
En efecto, la queiloplastia primaria aspira a dar o devolver a los labios simetría, volumen, belleza y armonía. Es una operación que en general se considera menor, si bien requiere una alta precisión y una gran destreza quirúrgica: la zona de la cara afectada es muy visible, el resultado ha de ser óptimo.
Como sin duda sabéis, en las queiloplastias de aumento solemos utilizar implantes, y tras escuchar las necesidades y pretensiones del paciente, será el cirujano quien decida cuál va a utilizar de entre la amplia gama que el mercado nos ofrece.
Decía que, por tratarse de una operación que afecta a una parte muy visible de nuestra anatomía, los labios, la queiloplastia primaria ofrece poco margen de error. Sin embargo, no se nos oculta, porque los hemos visto en los medios de comunicación hasta la saciedad, que en ocasiones la queiloplastia genera resultados insatisfactorios.
A veces, el corolario no deseado es el granuloma: las defensas del paciente identifican el material introducido como un “cuerpo extraño” y reaccionan creando entorno a él una capsula cicatricial que aumenta con el paso del tiempo. Es antiestético, y puede llegar a ser doloroso.
Por otro lado, hemos recibido a pacientes que se han sometido a infiltraciones con material de relleno permanente que les han provocado deformidades.
Y desde luego puede ocurrir que el paciente, al ver el resultado de la intervención, correcto desde el punto de vista médico e incluso estético, se dé cuenta de que el volumen de labios obtenido es excesivo, y quiera que se le retire parte del producto.
En todos estos casos, podemos recurrir a una cirugía secundaria de labios o queiloplastia secundaria, que tiene por objetivo eliminar las anomalías ocasionadas por el mal uso del material sintético de relleno, en muchos casos silicona.
Una intervención en la que somos especialistas, y en la que sabemos lo mucho que el paciente se juega: acabar con la deformidad del rostro e incuso prevenir o erradicar patologías.
Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.