Algunas mujeres luego de un tratamiento facial quedan con una “cara de gato y boca de pato”, en principio hay que diferenciar qué procedimiento se hizo y si el medicamento fue el adecuado para corregir el defecto que tenía por la persona.
¿Por qué ocurre la cara de gato y la boca de pato?
Los dos procedimientos más habituales son: inyectar un relleno facial, un producto que va dentro de la piel y que elimina los surcos. El problema de esto es que cuando el labio tratando de quitar estas líneas se vea bien, es que el procedimiento está mal indicado.
En estos casos se debe hacer es un peeling, eliminando las capas superficiales de la piel, generando un estímulo profundo en ella que va a regenerarla, se formará más colágeno en la base lo que le dará más elasticidad y aminorará las arrugas superficiales y más notorias.
A eso incluso se le puede agregar injerto de tejido graso u otro material de relleno y si hay una arruga o surco verdaderamente profundo, rellenarlo con bótox. El problema de estas bocas es que se han sobre rellenado de producto.
Otro mal resultado es cuando las caras tienen aspecto de “gato”. Eso tiene que ver con la forma con que se aplica el bótox.
Lo correcto es inyectarlo según lo que necesita el paciente, ese es el punto. El tratamiento debe ser efectuado según las características y requerimientos de cada uno.
¿Cómo se puede evitar estos malos resultados?
Gracias a estos malos resultados podemos notar, con facilidad, la importancia de acudir a un profesional que sea entrenado y calificado y que sus acreditaciones sean de las sociedades científicas correspondientes.
Por otra parte, hay que preguntar qué medicamentos le van a aplicar y solicitar la entrega del certificado o tarjeta que viene en la caja del medicamento, qué cantidad y en qué áreas del rostro se lo aplicaron.
¡Ah!, y si le van a poner bótox que exija preguntar los detalles, ya que existen diferentes marcas y distintas formas de ser aplicados de acuerdo a la cantidad.
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.