¡”Googlear” se ha convertido en la vía más rápida para conseguir información de cualquier asunto. Así, nada tiene de extraño que quien sienta curiosidad por la cirugía estética en general, o por tratamientos estéticos en particular, acuda a cualquier buscador, teclee las palabras mágicas y obtenga “en un pis-pás” un montón de referencias de distinta procedencia y fiabilidad.
Con dolorosa frecuencia, esas búsquedas nos llevan a noticias publicadas por diferentes medios que dan cuenta de resultados no deseados, en ocasiones directamente desastrosos, de intervenciones quirúrgicas, y a poco que uno lea más allá de los titulares se dará cuenta de que en muchas ocasiones se hace referencia a la utilización de materiales no aptos para la medicina, y de operaciones realizadas fuera del ámbito sanitario. Entre las últimas noticias de ese cariz está el fallecimiento en Colombia de una mujer transgénero de 25 años que perdió la vida “como consecuencia de problemas de salud que presentó tras someterse a un procedimiento estético en una clínica de garaje en Florida, Valle del Cauca”. El término “clínica de garaje” ya da una pista sobre las condiciones de la intervención, aunque no lo explica todo. Según recoge la prensa colombiana, “los biopolímeros que le aplicaron a la mujer en los glúteos se irrigaron en los pulmones y, de allí, pasaron a las vías respiratorias”. ¡Los biopolímeros! Sabemos bien de qué estamos hablando, porque muchas son las personas que, tras recibirlos en operaciones cuyo máximo atractivo era un precio reducido, sufren las consecuencias de una decisión equivocada y vienen a nuestra consulta en busca de un cirujano con experiencia y habilidad quirúrgica para librarse de ellos antes de que sea demasiado tarde. Os recordamos que la implantación de biopolímeros está prohibida, a pesar de lo cual, sobre todo en determinados países latinoamericanos, algunos que se hacen llamar médicos siguen recurriendo a ellos, y convencen a los pacientes en base a un único argumento: su coste, imbatible. Lo que no les dicen es que, en una terrible constatación del dicho según el cual lo barato sale caro, el precio que hay que pagar después en complicaciones derivadas de su uso: Y sí, estamos en condiciones de realizar operaciones de remoción del biopolímero; y sí, nuestra capacitación nos permite proceder sin sacrificar en demasía los tejidos circundantes. Pero lo mejor sería que nunca tuviéramos que hacerlo. Por el bien de todos. Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga). La doctora Patricia López Santos es Cirujana Facial del equipo Fernández Blanco de Marbella.Clínicas de garaje
Hablemos de los biopolímeros
Dra. Patricia López Santos
Trás su especialización en Cirugía Oral y Maxilofacial por el Hospital Marqués de Valdecilla en Santander, y debido a su pasión y gran habilidad en el sector de la cirugía estética, es un miembro esencial en Fernández Blanco y discípulo del doctor Fernández Blanco. Su vocación es la cirugía estética facial, abordando desde rinoplastias, blefaroplastias a lifting cérvico faciales.