Hace unas semanas, Diego Armando Maradona reapareció en el programa de televisión “De Zurda”. Y su intervención dio mucho que hablar, no por lo acertado de sus comentarios, sino porque lució unos labios que provocaron infinidad de comentarios en las redes sociales.
¿Pintados? ¿O engordados? Sabemos que lo que en las redes se dice no siempre se ajusta a la realidad, pero constatamos que la imagen del astro argentino fue objeto de infinidad de comentarios, y que los periódicos de su país aseguraron que el 10 se había hecho un lifting facial, y una queiloplastia de aumento.
No nos consta que Maradona se haya arrepentido, ni que haya tenido más problemas que las bromas tras su intervención. Pero, imaginemos que alguien, tras operarse para aumentar el volumen de sus labios, se da cuenta de que los labios le han quedado deformados por un exceso de material sintético, que no se ven naturales, que le deforman el rostro e incluso, en los casos más extremos, que le producen patologías. Imaginemos que como consecuencia de la intervención, el paciente tiene granulomas (bultos) en una parte o en todo el labio, en uno o en ambos labios. Imaginemos que algo de eso sucede y que la persona operada decide dar marcha atrás. ¿Es posible?
Sí, es posible. Mediante una cirugía secundaria de labios, o queiloplastia secundaria, que es la que se realiza para eliminar deformaciones o anomalías causadas por la queiloplastia primera.
Es una operación que se realiza con cierta frecuencia, y cuyo fin es devolver a los labios del paciente la simetría, el volumen, la belleza y la armonía mediante una intervención menor que, sin embargo, exige mucha precisión y gran destreza. Ello es así porque la de los labios es una zona que se edematiza al poco de comenzar el procedimiento quirúrgico, y eso hace que quien realiza la intervención pierda las referencias anatómicas habituales. Además, tiene complicaciones añadidas como la fibrosis, ya que se está tratando un tejido operado previamente y un cuyo interior hay materiales infiltrados. Por último, no hace falta insistir en ello, los labios son difícilmente ocultables: para bien o para mal, las cirugías que se realicen saltarán a la vista de manera inmediata.
Dicho todo eso, conviene añadir que las cirugías secundarias de labios son efectivas por lo que, si bien lo ideal es que la intervención inicial nos conceda el efecto deseado, y que los cirujanos en cuyas manos el paciente se pone utilicen materiales de calidad que garanticen la duración del resultado, quienes no lo logren a la primera han de saber que se puede conseguir en un segundo intento. Y en esa segunda oportunidad, nuestra pericia y nuestra experiencia resultarán decisivas.
Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.