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Cuando en una conversación en español, más refiriéndonos a cirugía estética, hablamos de “un peeling” nos referimos a un tratamiento no quirúrgico con el que buscamos mejorar el aspecto de nuestra piel.

El término “peeling” lleva tiempo incorporado a nuestras conversaciones cotidianas. Obviamente, el significado que le damos no entra en los que encontramos en los diccionarios académicos inglés-español, y que van de “que se está pelando” (tras tomar el sol, por ejemplo) a “despellejado”, a no ser que habláramos de paredes cuya pintura está seca, descascarillada, o de las mondas de una naranja.

La cosa, claro, es más compleja.

¿En qué consiste un peeling?

Un peeling consiste en la aplicación tópica de productos químicos para provocar la destrucción controlada de la epidermis y de la dermis con el objetivo de eliminar manchas dérmicas, acné, pequeñas cicatrices, ciertos grados de queratosis, proceder a una limpieza de cutis en profundidad, eliminar los pozos foliculares muy marcados y, en general, rejuvenecer la piel, devolverle tersura, elasticidad y belleza.

Cuanto más profundamente actúe sobre la dermis, más favorecerá el peeling la formación de colágeno y elastina, y más contribuirá a la recuperación del volumen perdido (es decir: más eficaz se mostrará en el tratamiento de las arrugas).

En general, y cuando hablamos de peeling químico, hablamos de tres tipos o intensidades de actuación, en función de la profundidad de actuación:

  • El peeling superficial (que realizamos con ácido salicílico, mandélico o glicólico) está limitado al estrato córneo (epidermis). Su objetivo es hacer desaparecer arrugas finas, manchas y acné. La piel sufre descamación, se realiza sin anestesia y de manera ambulatoria, y la recuperación es inmediata.
  • El peeling medio (para el que recurrimos al ácido tricloroacético en diferentes concentraciones, o al fenol tamponado) es perfecto para borrar las arrugas superficiales, las lesiones pigmentadas extendidas y el acné en fase activa.
  • El peeling profundo (para el que nos servimos de fenol en más altas concentraciones) actúa sobre las capas más profundas de la dermis, nos permite acabar con las arrugas más marcadas, el acné en su estado cicatricial y la pigmentación circunscrita, y requiere dos semanas de recuperación.

En definitiva, las posibilidades del peeling son muchas. Nuestra tarea en consulta es decidir, caso por caso, cuál resulta la más adecuada para cada uno.

Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).

Firma de la Doctora Natalia Pshenychna - Blog

Dra. Natalia Pshenychna

Especialista en medicina estética. Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Kharkiv Ucrania en 2004, especialidad en dermatología titulo universitario homologado en España por Ministerio de Educación Cultura y Deporte 2014. Curso acreditado Medicina estética en dermatología Academia de Medicina de Kharkiv (Ucrania). Máster en medicina estética Universidad de Córdoba. Varios cursos, masterclass y formaciones en medicina estética.

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