El lipofilling es la técnica con la cual se extrae grasa de una zona a un paciente y se aplica en otra del cuerpo o cara, la lipoestructura es lo mismo, pero la grasa antes de implantarse recibe un procedimiento especial, también llamada lipofilling de Coleman, por su descubridor un médico estadounidense.
La transferencia de grasa se empezó a utilizar en el año 1985, cuándo el Dr. Fournier, describió y empezó a utilizar esta ténica con grasa del propio paciente. A partir de esa fecha la técnica se ha ido perfeccionando y ha logrado superar el problema de la estabilidad en la zona y la permanencia.
Para que el injerto de grasa propia sea estable hay factores que lo condicionarán como ser:
La zona de extración
La técnica poco traumática de extracción
La zona a implantar, su irrigación y movilidad
La edad el paciente
La calidad del implante, que no contenga otras células
La técnica debe ser muy conocida por el cirujano, y la manipulación de la grasa, muy cuidada ya que de ello dependerá en gran parte que las células grasas PRENDAN en el resto de los tejidos.
La extracción se realiza mediante liposucción con anestesia local, más sedación y luego se procesa la grasa en una centrifugadora durante 4 minutos para obtener las células grasas( adipocitos) puros, lo que se denomina un implante limpio.
La grasa se inyecta con jeringas y sirven para rellenar volumenes perdidos, si bien se empezó a utilizar en cirugía reparadora en pacientes con SIDA para el tratamiento de la lipodistrofia facial, a medida que pasaron los años se ha comprobado las bondades antiaging ya que además mejora la piel notablemente.
En la cara se corrigen defectos, se aplica en pómulos, surcos y depresiones, la corrección si es necesario hacerla será a los 4 o 6 meses, porque los resultados finales e verán recién en ese momento cuándo las células del implante se hayan integrado al resto de los tejidos.
El lipofilling en la cara y sobretodo en los pómulos es bueno, si se aplica en pequeñas cantidades, porque nunca se sabe cuántas serán las células que allí perduren, es preferible hacer correcciones para aumentar, y así evitar las famosas caras de hamsters que proporcionan los implantes excesivos.
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Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.
