Los riesgos del lifting facial y sus posibles soluciones

¿Qué puede salir mal?, nos preguntan a veces quienes, plenos de optimismo y esperanza, han decidido someterse a un lifting facial. Y con total tranquilidad podríamos contestarles: “Nada”, sabiendo como sabemos que es una intervención que por regla general ofrece excelentes resultados.

Buenos resultados en cirugía: Los testimonios nunca mienten

Pero hay otra cosa de la que somos conscientes: la medicina en general, y la cirugía estética en particular, no son ciencias exactas. Y tampoco se nos escapa que, incluso si son factores que tenemos en cuenta cuando programamos y planificamos una intervención,

1. La edad
2. La herencia
3. La estructura ósea
4. Las características particulares de cada piel

Más aún: los citados no son los únicos factores con repercusión en el resultado final. Los hábitos alimenticios del paciente, su facilidad para la cicatrización, el hecho de que haya tenido a lo largo de su vida una gran exposición al sol, o de que haya sido consumidor habitual del alcohol, son elementos que influyen en el proceso, pero sobre los que el cirujano no tiene influencia alguna.

Por eso puede ocurrir que un lifting facial se revele decepcionante, coseche resultados no apetecidos que pueden oscilar entre leves y severos.

Pero, ¿pueden existir algunas complicaciones?

Muy rara vez la que ocurra, pero puede existir:

• Desde un simple hematoma que se absorbe con unos mínimos cuidados
• Hasta una lesión nerviosa pasando por necrosis, alopecias o cicatrices permanentes.

Entonces. Imaginemos por un momento, aunque sólo sea porque hay que tener todas las opciones en mente, que las cosas no salen exactamente como queríamos. ¿Qué hacer?

Afortunadamente, la cirugía estética nos proporciona casi siempre una segunda oportunidad.

En caso de que ocurran, siempre está el lifting secundario

En este caso, el paciente deberá someterse a un lifting secundario, también llamado ridectomía secundaria, una intervención quirúrgica cuyo objetivo es corregir los tejidos del rostro y cuello en los que han quedado secuelas no deseadas como consecuencia del un lifting de rejuvenecimiento facial (estiramiento de cara y cuello) previo.

Es una intervención delicada, puesto que se trabaja sobre tejidos previamente alterados, es decir, que ya no tienen su anatomía original, natural, y padecen fibrosis y deformaciones. De ahí que la correcta elección del cirujano plástico sea fundamental. Porque, del mismo modo que es cierto que casi siempre hay una segunda oportunidad,  es verdad que casi nunca hay una tercera.

Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).