Al hilo del asombroso cambio de imagen, cirugía estética mediante, de Renée Zellweger, mucho se ha hablado últimamente de los desastres de la cirugía estética, que los hay.
Utilizamos la palabra “desastre”, aunque bajo esa apelación escondemos realidades muy diferentes. Puede darse el caso de que la intervención quirúrgica haya sido impecable pero que, simplemente, los resultados no satisfagan las expectativas del paciente.
Pero también es posible que las intervenciones no hayan ido como debieran, que hayan salido mal.
¿Por qué? Las razones son muchas y variadas. Si hablamos de errores del cirujano, éstos pueden comenzar con una mala planificación previa a la cirugía y continuar con la utilización de una técnica inadecuada o con una mala ejecución de la técnica apropiada. Aunque también es posible que todo se deba a complicaciones postoperatorias que alteran el resultado, complicaciones tipo infecciones, hematomas, etc.
Tampoco es inusual que los cambios de los cánones de belleza hagan que alguien quiera modificar su cuerpo en una dirección diferente a la que lo había hecho previamente; e incluso hay personas que, habiendo sido operadas con una técnica convencional, recurren de nuevo a la cirugía cuando, por los avances de la ciencia, la técnica se hace más sofisticada y ofrece mejores resultados.
En socorro de unas y otras situaciones opera la cirugía estética secundaria, la cirugía que se lleva a cabo para mejorar los resultados, reparar los errores o las complicaciones de una cirugía estética previa, llamada primaria. El objetivo de la cirugía secundaria es conseguir el aspecto final deseado con garantías de salud para la zona operada.
Son cirugías estéticas secundarias frecuentes:
- La cirugía secundaria de mamas o mamoplastia secundaria.
- La cirugía secundaria de abdomen o abdominoplastia secundaria.
- La liposucción secundaria.
- La cirugía secundaria de la nariz o rinoplastia secundaria.
- La otoplastia secundaria o cirugía secundaria de las orejas.
- La blefaroplastia secundaria.
- El lifting secundario o ridectomia secundaria.
- La extracción de biopolímeros.
- La gluteoplastia secundaria o remodelación quirúrgica de los glúteos.
- La ninfectomia secundaria o labioplastia vaginal secundaria.
Huelga decir que si para someternos a una cirugía plástica sea del tipo que sea debemos confiar únicamente en buenos profesionales, para cualquier cirugía plástica secundaria debemos recurrir a los mejores entre los buenos.
Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, o llama al 915 54 09 24.
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.