Con lamentable frecuencia los medios de comunicación se hacen eco del resultado indeseado de liposucciones practicadas en condiciones y por personas inadecuadas.
Por eso, del mismo modo que lo hacemos en la consulta, queremos insistir aquí en algo que no todos los pacientes parecen tener asumido: que la lipoaspiración es una verdadera intervención quirúrgica, que como tal conlleva riesgos, y que el equipo médico que la realiza tiene que ser competente, trabajar de manera profesional en un medio clínico en el que, en caso de emergencia, disponga de los recursos necesarios para reaccionar.
Es verdad, los riegos son mínimos, además, por regla general quienes se someten a este tipo de intervención quirúrgica son personas sanas, y el procedimiento no afecta a ningún órgano vital. Pero negar la existencia de algunos peligros sería engañoso e imprudente.
¿Qué riesgos son esos?
Los hay de dos tipos: los derivados de la anestesia y los provocados por el acto quirúrgico.
El tipo de anestesia de una liposucción depende de la zona a tratar (ésta es una intervención que se realiza en los flancos, las caderas, el abdomen, los muslos, las rodillas, las pantorrillas, los tobillos, los brazos, la espalda… ahora, y gracias a los avances técnicos, también en cara y cuello) y de la cantidad de grasa que vayamos a extraer. Cada caso requerirá una anestesia diferente, local, general o epidural.
Pero sea cual sea, puede inducir en el organismo reacciones a veces imprevisibles. Para minimizarlos al máximo, o reaccionar de manera conveniente en el caso de que se produzcan, es fundamental que en el quirófano esté un anestesista cualificado y que la liposucción se realice en medio clínico adecuado.
En cuanto al acto quirúrgico, los riesgos se reducen a su mínima expresión cuando nos ponemos en las manos expertas de un cirujano cualificado y competente. No descubrimos aquí nada nuevo: experiencia y habilidad quirúrgica son bazas fundamentales en esta o en cualquiera otra circunstancia médica, la mejor garantía.
Y dar a cada procedimiento la importancia que tiene. Una cosa es que estemos acostumbrados a realizar determinadas intervenciones, o que esas intervenciones sean enormemente populares, y otra muy distinta olvidar lo esencial: que la liposucción o lipoaspiración es una intervención quirúrgica, no un método de adelgazamiento. Y que al quirófano hay que tenerle mucho respeto.
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Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.